ROMA.- El Papa Benedicto XVI bendijo hoy la llama olímpica de los Juegos de Invierno Turín 2006, mientras que el Presidente de Italia, Carlo Ciampi, auguró que la cita será un éxito "por el empeño de gente que ha hecho grande a su país".
La llama comenzó su recorrido camino a Turín, ciudad que albergará a los Juegos Olímpicos en febrero próximo.
"Estoy muy feliz por bendecir la llama que desde hoy recorre Roma en su camino hacia Turín", dijo el Sumo Pontífice y se esperanzó en que el fuego de Olimpia "pueda recordar a todos, los valores de paz y de hermandad que están en la base de las Olimpíadas".
La antorcha fue portada en la plaza de San Pedro del Vaticano por un integrante de la legendaria Guardia Suiza, Anton Kappler, y un agente de la Gendarmería Vaticana, Luca de Leo, los dos cuerpos de seguridad del Vaticano.
El encendido de la antorcha estuvo a cargo hoy del Presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, en una ceremonia que se realizó en la Plaza del Quirinale, frente al palacio donde está la sede de la Presidencia de la República italiana.
"Serán unos Juegos bien organizados, por mérito de gente dedicada y genial, que también ha dado vida al resurgimiento de Italia", afirmó Ciampi.
El mandatario también recordó que la llama regresa a Italia después de 45 años.
Roma fue sede de los Juegos Olímpicos de Verano en 1960, cuando el movimiento olímpico se reconcilió con la Iglesia Apostólica Romana, desde que el emperador romano Teodosio prohibiera en 396 a los Juegos por considerarlos "una ceremonia pagana".
El Papa Juan XXIII también bendijo aquellos Juegos de 1960, los primeros que entregaron medallas de oro, plata y bronce.
"El fuego de Prometeo (mítico origen de la llama olímpica) es un símbolo de la civilización humana, de la voluntad de progreso, de la hermandad profunda de los hombres, en busca de unidad e igualdad, sin distinciones de razas ni etnias", amplió Ciampi.
"Después de Grecia, Roma es su segunda patria", enfatizó.
En la ceremonia de encendido estuvieron presentes hoy los presidentes del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge; del Comité Organizador Turín 2006, Valentino Castellani; del Comité Olímpico Italiano, Gianni Petrucci, y del alcalde de Roma, Walter Veltroni.
Además, entre otros, estuvieron presentes el ministro italiano de Bienes Culturales, Rocco Butiglione; el subsecretario de Estado encargado del deporte y supervisor del TOROC, Mario Pescante; y otras personalidades del mundo político, deportivo y cultural italiano.
El fuego olímpico había llegado el miércoles a Roma, proveniente de Grecia, tras ser encendido en la legendaria Olimpia, cuna de los Juegos Olímpicos en la Era Antigua.
El recorrido de la llama estará a cargo de 10.001 portadores, por 140 ciudades italianas, 107 provincias, pasará por todas las regiones y visitará también San Marino.
La antorcha será objeto de diversas manifestaciones, y se desplazará no sólo por tierra, sino también en góndola (Venecia), avión (a las islas de Sicilia y de Cerdeña), canoa, bicicleta, patines y esquí.
Se puso énfasis en que la antorcha olímpica transcurra el 31 de diciembre en una ciudad como Nápoles, donde se vive intensamente el cambio de año, mientras que el 26 de enero estará en Cortina d'Ampezzo, donde se conmemorará los 50 años de la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1956.
Para el 9 de febrero, está previsto que la antorcha con el fuego olímpico llegue a Turín, donde al día siguiente será la parte estelar de la Ceremonia de Apertura de los Juegos 2006.
Entre los portadores de la llama habrá deportistas italianos que lograron medallas en Juegos Olímpicos; futbolistas y ex como Francesco Totti, Paolo di Canio, Gianfranco Zola, Rino Gattuso, Gigi Riva o Cristiano Lucarelli; entrenadores como Marcello Lippi y Fabio Capello.
También participarán en el mítico traslado basquetbolistas de renombre como Dino y Andrea Meneghin; o atletas como Andrea Longo, Sara Simeoni, Frankie Fredericks e Hicham el Guerruj; además de tenistas como Nicola Pietrangeli y Diego Nargiso; boxeadores como Nino Benvenuti.
También numerosos esquiadores como Manuela di Centa, Kristian Ghedina o Piero Gross serán portadores de la llama.
Dentro del estadio olímpico de Turín, la prensa italiana presume que el portador será Alessandro del Piero, capitán de Juventus, aunque se mantiene en secreto la designación del encargado de encender el pebetero.