
SANTIAGO.- La final del Torneo Clausura ante la Universidad Católica fue definitivamente el último partido del argentino Diego Rivarola por la Universidad de Chile, luego que el confirmado técnico Héctor Pinto lo incluyera en el grupo de seis jugadores que no continuarán en el plantel 2006.
Rivarola, quien ya estaría en los planes de Cobreloa, terminó su contrato con la institución azul y no se negociará su renovación, en una de las decisiones que remecieron la mañana en el Caracol Azul.
La decisión provocó la inmediata molestia del jugador, quien incluso llegó a portar la jineta de capitán del equipo en alguna ocasión, descargando toda su artillería contra el actual entrenador.
"Uno siempre es fiel y va a morir igual, porque yo jugué para ganar el campeonato y para que el técnico siguiera, aunque sabía que no me quería. Para que vean la lealtad", afirmó.
"Acá el que tiene que entender que esto es la 'U' es él (Pinto). Yo siempre jugué al frente y él lo hizo siempre a defenderse y creo que están equivocados los roles, porque si alguien sabe lo que estar en la 'U' soy yo y no él", aseveró el argentino.
El subcampeón nacional también dejó partir a otros cinco jugadores que terminaron sus respectivos contratos con el club. Se trata de los delanteros Marco Olea y el uruguayo Juan Manuel Olivera; los defensas Mauricio Tampe y Héctor Santibáñez; y el volante Víctor Cancino.
A ellos se le suma el caso del argentino Hernán Losada, quien pese a tampoco estar en la lista de interés de Pinto, tiene aún contrato vigente con el club, por lo que aún no está claro cuál será su destino.
Por contraparte, Pinto sí incluyó en sus planes al portero Johnny Herrera y el defensa Manuel Ibarra, quienes pese a terminar contrato con el equipo, se les ofrecerá extender el vínculo.
Con estas salidas, Marcelo Salas y Nicolás Canales aparecen provisoriamente como las únicas cartas ofensivas de la "U", que la próxima temporada se abocará exclusivamente a los torneos locales, tras no obtener la clasificación a la Copa Libertadores.