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Valencia y Deportivo La Coruña jugarán sin público por incidentes

Su partido de cuartos de de final de final de la Copa del Rey fue suspendido por la agresión sufrida por un árbitro.

26 de Enero de 2006 | 14:07 | DPA
MADRID.- El partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey entre el Valencia y el Deportivo de la Coruña se completará a puerta cerrada, según decidió hoy el comité de competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF).

El encuentro fue suspendido por el árbitro Carlos Megía Dávila cuando en el minuto 44, tras el gol del Valencia que ponía el 1-0 en el marcador, una moneda impactó a un árbitro asistente y le provocó una brecha en la cabeza de la que manaba abundante sangre.

El comité pidió a ambos clubes que se pongan de acuerdo en las próximas 24 horas para decidir en qué fecha se concluye el partido y la propia RFEF resolverá dicha propuesta.

La posible sanción al club valencianista, que podría ir desde una multa económica hasta el cierre del estadio, se decidirá la próxima semana, cuando se celebre la reunión ordinaria del comité.

La sanción fue definida hoy como "ecuánime" por parte del jugador del Valencia Rubén Baraja, ya que se temía que se diera la eliminatoria por perdida al conjunto valencianista. "Es una decisión ecuánime, todos queríamos jugar el partido aunque tener que hacerlo a puerta cerrada es algo que nos perjudica", aseguró.

Baraja criticó al aficionado que lanzó la moneda que impactó al árbitro asistente. "Es una persona que demostró no tener ningún cariño por el Valencia".

Asimismo, también salió en defensa de su entrenador, Quique Sánchez-Flores, al que muchos acusan de provocar con sus declaraciones el caliente ambiente que se vivió anoche en Mestalla. "Si un energúmeno tira una moneda la repsonsabilidad no es del entrenador, ni de los presidentes ni de los jugadores. Nosotros no calentamos el partido", se defendió.

El encuentro fue tremendamente tenso y vino precedido por las declaraciones efectuadas por ambos equipos en las horas previas. "La afición presionó mucho al Valencia y también al árbitro. Pido lo mismo a nuestra afición", declaró Sánchez-Flores antes del duelo.

Los jugadores saltaron al campo muy revolucionados y pronto comenzaron los problemas. La primera incidencia importante se registró a los ocho minutos, cuando Carlos Marchena, central internacional del Valencia, fue expulsado por un brutal codazo a Arizmendi.

A partir de entonces, el partido subió de temperatura y Mejía Dávila comenzó a tener una noche complicada. El Valencia protestó cada una de sus decisiones y la grada se contagió de tan inhóspito escenario.

El Valencia marcó su gol a los 43 minutos, tras una acción de David Villa, igualando momentáneamente el triunfo por el mismo resultado logrado por el Deportivo de La Coruña en la ida.

Acto seguido, uno de los jueces de línea de Mejía Dávila quedó tumbado en el terreno y comenzó a sangrar por una ceja, producto del impacto de un objeto, que pudo ser una moneda o un mechero, lanzado desde la grada. Entonces, el árbitro ordenó la marcha al vestuario y 15 minutos después decretó la suspensión.
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