BUENOS AIRES.- "Quiero volver a ser el que fui hace un año y medio atrás", confesó Nicolás Massú tras derrotar al brasileño Marcos Daniel por 6-3, 5-7 y 6-1 y avanzar así a los octavos de final del torneo de tenis de Buenos Aires.
El doble medallista olímpico está satisfecho por una razón: "Estoy jugando mejor que como terminé el año pasado. Estoy recuperando mi nivel, hice cuartos en Auckland y final en Viña del Mar".
"Es evidente que no tengo el mismo nivel que cuando llegué a ser número 9 del mundo, pero creo que es cuestión de trabajo y de confianza. El año pasado fue difícil, estuve cinco meses parado, me operaron, tuve una lesión en el tobillo. He dado un giro, pero todavía falta mucho camino", dijo el chileno.
Hoy no la pasó muy bien ante Daniel, un jugador de menor ranking (91°), pero cuando fue necesario se hizo dueño del match y lo definió. "En el tercer set jugué más agresivo, salí a buscar el partido, le pegué bien de derecha y quebré cuando tenía que quebrar", dijo Massú.
El chileno, 54 del ranking de la ATP y cuya participación en el certamen argentino estuvo en duda hasta ayer por una molestia en sus aductores ("me hice una ecografía y decidí jugar", explicó), ya está pensando en un eventual duelo de octavos ante Carlos Moyá, que jugaba con el italiano proveniente de la qualy Fabio Fognini.
"Si juego con él va a ser un lindo partido, de noche y en la cancha central, que es más lenta que en la que jugué hoy, que creo que me conviene. Creo que él tampoco está en su mejor momento de ranking, los dos estamos tratando de volver", afirmó en relación a Moyá, con quien tiene un récord de 1-1, en ambas ocasiones sobre cemento.
"Además, al estar en segunda ronda uno ya tiene otra sensación en el cuerpo", agregó Massú. En caso de que el choque Moyá-Massú se haga realidad, el favoritismo del público argentino estará puesto sin dudas en el español.
Hoy, ante Daniel, desde las gradas hubo muchos gritos en contra de Massú, pero el chileno negó que eso hubiera influido en su juego. "Algunos gritaban a favor y otros en contra. No tiene nada que ver el público con lo que pasó en la cancha".
