BARCELONA.- El entrenador del Barcelona, Frank Rijkaard, desveló hoy que el rival al que no quería enfrentarse en los cuartos de final de la Liga de Campeones era el Villarreal, una eliminatoria que el sorteo ha logrado evitar al emparejar al conjunto azulgrana con el Benfica.
"Personalmente no quería al Villarreal. No sé, era una sensación. Además, creo que la Liga de Campeones está para medirse contra equipos extranjeros de fama y siempre es más difícil enfrentarse a equipos que juegan en tu misma liga", argumentó Rijkaard, que ahora ya sólo se vería las caras con el conjunto valenciano en una hipotética final.
En cuanto al emparejamiento con el Benfica, el técnico azulgrana manifestó que no puede estar "ni contento ni preocupado" porque, a estas alturas de la competición, "la Liga de Campeones tiene un nivel muy alto y cualquier equipo es igual de complicado".
Por eso, Rijkaard cree que "se equivoca" el que piense que el conjunto luso es uno de los rivales más fáciles que podía tocar. "Sólo tiene que mirar atrás y recordar que el Liverpool ha quedado eliminado", añadió.
El entrenador holandés admitió, no obstante, estar satisfecho por el hecho de jugar la vuelta en el Camp Nou, "ya que, sobre el papel, eso para nosotros puede considerarse una ventaja, porque podemos terminar el trabajo en nuestro estadio".
En el cruce de cuartos, Frank Rijkaard se reencontrará con su compatriota Ronald Koeman, ahora en el banquillo del conjunto luso. Ambos coincidieron durante muchos años en la selección holandesa, primero defendiendo la camiseta naranja junto a Gullit, Van Basten y compañía, y más tarde como miembros del cuerpo técnico que dirigió al combinado holandés en el Mundial de Francia de 1998.
"A Ronald lo conozco desde hace mucho tiempo. Ha sido compañero mio en la selección, como jugador y como técnico, y tenemos buenos recuerdos juntos, pero no hay que olvidar que trabajamos en distintos equipos y que, en esta eliminatoria, cada uno estará pendiente del suyo", concluyó Rijkaard.
