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Fútbol y rankings: Algo más que una estadística

A pesar de que no entregan copas ni medallas, las mediciones de los mejores equipos en el mundo muchas veces pueden hacer que un jugador no pueda llegar a una liga en particular, como Mark González en Inglaterra, o que a una selección le cueste encontrar rivales, como a Chile.

15 de Marzo de 2006 | 18:19 | Jorge Díaz, El Mercurio en Internet

Uno de los motivos por los que Mark González no pudo jugar en Liverpool esta temporada fue que la selección chilena no estaba dentro de las 70 mejores del mundo.
SANTIAGO.- Que la selección chilena haya amanecido hoy en el puesto 67° del ranking mundial de la FIFA o que Universidad Católica esté 27° en el de la Federación de Historia y Estadísticas (IFFHS), tienen su explicación.

A partir de la década de los 90 la FIFA y la IFFHS decidieron clasificar a los equipos para medir ciertos parámetros respecto a cuáles son los mejores en el mundo tomando en cuenta diferentes criterios para tratar de ser justos y objetivos.

Si bien estos rankings no entregan una copa o una medalla, como sí lo hacen ganar un torneo local o un campeonato mundial, vale la pena hacer una mirada para ver qué influencia tienen efectivamente sobre quienes son los "evaluados".

Hace unos meses se generó toda una discusión por el fallido intento de Liverpool para inscribir en el equipo a Mark González, el jugador chileno adquirido por expresa petición del técnico Rafael Benítez.

En la ocasión, una de las principales trabas en el asunto fue que la selección chilena no estaba dentro de las 70 mejores del mundo según el ranking mundial de la FIFA. ¿Qué tiene que ver eso? Que uno de los requisitos fundamentales para que un futbolista no comunitario pueda trabajar en Inglaterra es que el jugador sea seleccionado y que su equipo nacional esté dentro de ese rango.

Con esta medida las autoridades inglesas pretenden "asegurarse" de que el futbolista venga de un medio competitivo y pueda ser un real aporte para el torneo local.

Si bien el ranking mundial de la FIFA aparece todos los meses, desde agosto de 1993, sólo en ese momento tomó real valor y pasó a ser mucho más que una simple anécdota o un dato estadístico.

También existen otras clasificaciones, como el de las ligas más profesionales –realizada por la IFFHS- o el de clubes de la Conmebol, que también tratan de medir la participación de los distintos equipos para clasificarlos y establecer parámetros que puedan decir cuáles son los mejores o dónde se encuentra mejor fútbol.

La característica principal de todos estos rankings es que, como parece lógico, evalúan el nivel de los equipos a lo largo de un período de tiempo -que generalmente es de 12 meses-, aunque por ejemplo la FIFA también incluye en su clasificación el desempeño en los últimos 8 años de las selecciones, aún cuando le da mayor importancia a los resultados de los 12 meses precedentes.

Cada vez que la selección chilena juega un amistoso se habla del "nivel del rival". Cuando se enfrenta con países centroamericanos siempre se dice que hay que buscar rivales de mayor categoría y, cuando se intenta, a veces las respuestas son negativas porque Chile está muy bajo en el ranking.

¿Cómo trabajan los rankings?

La FIFA toma en cuenta diversas variables para establecer la clasificación de las selecciones. Cantidad de partidos ganados, tipo de encuentro (amistoso o de copa), goles anotados, lugar del enfrentamiento y, por sobre todo, el nivel de los rivales, son las variables tomadas en cuenta.

Por ejemplo, si Chile juega un amistoso contra Brasil y le gana en Santiago, tendrá un puntaje que estará determinado por la cantidad de goles y que será bonificado por haber vencido a una selección de rango mayor, y si lo hace en Brasil tendrá además puntos por haber vencido de visitante.

Si Brasil fuera el vencedor en cualquiera de las dos circunstancias también ganaría puntaje, pero en menor medida que Chile, porque supuestamente no es mucho mérito haber vencido a la selección 67° del mundo. Si el partido se jugara en Copa del Mundo la puntuación sería mayor, porque se va bonificando la jerarquía de la instancia en que jueguen.

En el caso del ranking de clubes también ocurre algo similar. Los clubes del país cuyo nivel sea más alto reciben mayor puntaje que aquellos que sean de menor jerarquía para valorar más la dificultad de la competencia, y cuando se trata de torneos continentales la bonificación por triunfo aumenta.

Según la IFFHS el ranking mundial de clubes es un indicador preciso del nivel de los equipos, que permite establecer el desempeño de cada país a nivel internacional, y en este sentido no tiene tanta importancia como en el caso de las selecciones.

Para el capitán de Universidad Católica, Eduardo Rubio, estos rankings tienen cierta importancia porque "obviamente reflejan el nivel que está teniendo", aunque de ninguna manera son rangos para fiarse, porque "puedes ganarle a cualquiera, independiente del número en que estés clasificado".

Actualmente Universidad Católica está en una posición muy superior a la del resto de los equipos chilenos, debido principalmente a su buena participación en la Copa Sudamericana de la temporada anterior y al hasta ahora buen desempeño en la Libertadores, pero igualmente para medir su ranking se trabaja con los resultados obtenidos desde hace doce meses.

Rubio toma en consideración este aspecto y señala que los rankings "reflejan la continuidad o un período de buenos o malos resultados, pero no el momento actual" que, según él, "es más importante".

El entrenador de la selección chilena, Nelson Acosta, agrega más datos al respecto y plantea que para él "los rankings que hace la FIFA siempre son importantes y cada uno sabe cómo les puede sacar provecho", y reconoce que estar tan abajo en las clasificaciones a veces le ha traído dolores de cabeza.

"En el caso nuestro cuando queremos hacer partidos a veces complica porque los equipos no quieren jugar con Chile", señala el técnico que clasificó a Chile a Francia 98, aunque asegura que el tema "no es para morirse pensando, porque uno tiene que ajustarse a la realidad".

En los próximos meses la selección jugará tres amistosos que seguramente le permitirán mejorar su actual clasificación, ya que se medirá con dos selecciones clasificadas al Mundial: Costa de Marfil y Serbia y Montenegro, ubicadas en los puestos 32° y 46° respectivamente, y también frente a Irlanda, que aunque no estará en Alemania, ocupa el lugar 29°.

De obtener buenos resultados en estos partidos, claramente Chile mejorará respecto a su posición y podrá acceder a rivales de mayor jerarquía que quieran medirse con la selección, y ésa es una de las metas del seleccionador.

"Si andamos bien en estos partidos obviamente vamos a mejorar, y si no, vamos a aprovechar de medirnos con fuerzas que son superiores y que nos van a dar la posibilidad de subir nuestro nivel y ver en qué posición estamos", puntualizó el entrenador.
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