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FIFA y UEFA se unen en la "guerra" contra principales clubes europeos

El máximo organismo del fútbol europeo fue enfático en su posición contraria a las presiones del denominado G-14, que incluso habrían estado planeando competencias paralelas.

23 de Marzo de 2006 | 10:46 | DPA
BUDAPEST.- La FIFA y la UEFA hicieron causa común en contra del G-14 y sus pretensiones, y la guerra entre ambas facciones, hasta ahora presidida por la diplomacia, está ya en las trincheras.

La Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA) aprobó una resolución en su congreso de Budapest que supone un ultimatum al grupo de los 18 clubes más ricos y poderosos del Viejo Continente: o aceptan las reglas o tienen la puerta abierta para abandonar con todas sus consecuencias el sistema futbolístico establecido.

"La UEFA no se interpondrá en el camino de nadie que quiera dejar la familia del fútbol (y con ello también las competiciones nacionales) porque no comparta nuestros valores deportivos", asegura la resolución. "No vale quedarse sólo con lo que a uno le gusta. Defenderemos nuestras convicciones y nuestras reglas básicas", agrega.

El presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Joseph Blatter, también estuvo en Budapest y sacó su fusil. "¿Es este el mejor método para entablar un diálogo? ¿Es correcto lanzar una bomba así? Les damos todo y ellos nos demandan", dijo en su discurso de bienvenida en el congreso de la UEFA.

La FIFA anunció el miércoles que cuenta con el apoyo de la UEFA "y otras cuatro confederaciones". Aún sigue siendo un misterio cuál es la confederación que no apoya a la FIFA, pero en Budapest Blatter hizo un nuevo llamdo a la unidad con términos casi bélicos: "Juntos somos fuertes, juntos podemos vencer".

El presidente de la UEFA, Lennart Johansson, apoyó con la misma vehemencia a su antiguo enemigo Blatter. "Quedó demostrado que un pequeño grupo quiere más poder y más dinero. ¿Con qué derecho contravienen los principios de la democracia y se erigen pomposamente en portavoces de los clubes?", afirmó.

La guerra tiene por ahora dos frentes. El primero se sitúa en el escenario europeo, donde el G-14 reclama a la UEFA una reforma de la Liga de Campeones que le reporte más dinero. El segundo es de alcance mundial: los clubes demandan a la FIFA que se les compense por ceder a los futbolistas a las selecciones nacionales.

En el caso de la UEFA, los equipos quieren una Liga de Campeones cerrada, sin ascensos ni descensos, al estilo de la NBA. La respuesta de Johansson es clara: "Si no les gusta (el actual sistema), entonces adiós".

La UEFA anunció que en el futuro los clubes que quieran participar en sus competiciones tendrán que comprometerse por escrito a seguir las reglas del fútbol mundial.

La queja contra la FIFA es vieja, pero ahora va en serio porque está en los tribunales, como ocurrió con el "caso Bosman". El Charleroi belga perdió durante ocho meses al futbolista marroquí Abdelmajid Oulmers por una lesión en un partido internacional ante Burkina Faso en 2004. El equipo belga alega que la lesión le impidió obtener una plaza para la Copa de la UEFA y por ello reclama daños y perjuicios a la FIFA.

El G-14 vio en el caso del Charleroi su oportunidad, y se personó en el juicio. Su reclamación es por el momento simbólica, de un euro, pero ya advirtió que calcula en unos 860 millones de euros (1.000 millones de dólares) las pérdidas originadas por la cesión de los jugadores en los últimos años.

El grupo que engloba a Real Madrid, Barcelona, Valencia, Milan, Inter, Bayern Múnich y Manchester United, entre otros, envió ya un mensaje muy claro a la FIFA: Renunciarán a pedir una reclamación millonaria siempre y cuando se establezca un sistema de compensaciones para el futuro. Si la FIFA no transige, podría perseguir judicialmente una indemnización multimillonaria.

El G-14 podría contar en su batalla con inesperados aliados. Además de la misteriosa "confederación disidente", dos potentes federaciones como la alemana (DFB) y la inglesa (FA) podrían ponerse de su lado.

"Los clubes deberían tener voz en los organismos del fútbol mundial en los que se habla de asuntos que les atañen", afirmó el vicepresidente de la DFB, Werner Hackmann. "La demanda del G-14 es justa en sus planteamientos. La FIFA haría bien en entenderlo", agregó.

La gran guerra opacó lo que se preveía como el punto álgido del congreso de Budapest, la continuidad o no de Johansson. Al final el sueco tampoco desveló hoy si se presentará en enero de 2007 a la reelección, por lo que el alemán Franz Beckenbauer y el francés Michel Plantini deberán seguir esperando para confirmar sus candidaturas a dirigir el fútbol europeo.
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