LONDRES.- Los trabajos de construcción del nuevo estadio de Wembley sufrieron un nuevo revés, después de que movimientos de tierra provocaron el desvío de cañerías bajo el campo, lo que podría retrasar su finalización "varios meses".
El sindicato GMB estimó que los nuevos contratiempos podrían demorar "varios meses" el fin de las obras, que tienen un coste aproximado de 1.100 millones de euros (1.300 millones de dólares), aunque la empresa constructora Multiplex lo desmintió.
El retraso en los trabajos obligó ya al estadio a renunciar a albergar la final de la Copa inglesa y varios amistosos de la selección inglesa de preparación hacia el Mundial.
"Vivimos un desastre tras otro. Ahora está claro que tenemos que sacar las cañerías y repararlas. Eso durará meses", afirmó Steve Kelly, portavoz de GMB.
Según el diario The Sun, las reparaciones podrían alcanzar los ocho meses. Según cita el rotativo, el movimiento de las cañerías podría provocar inundaciones en cuanto se utilizasen los urinarios del estadio. "No quiero ni pensar lo que pasaría cuando en un partido decenas de miles de espectadores quisieran ir al baño", describió gráficamente el operario.
El corrimiento de tierras es la última de una gran serie de desgracias alrededor del nuevo Wembley. El lunes se movió una viga de 50 toneladas que obligó a evacuar a los 3.000 empleados que trabajan en las obras. Otros incidentes fueron más pequeños, pero ocasionaron igualmente retrasos, como la discusión política en torno a un camino de peatones y la retirada sin aviso de una empresa de equipos antiincendios.
En un principio, las obras debían haber estado listas a finales de 2005, pero la fecha de entrega a su propietaria, la Federación Inglesa de Fútbol (FA) se fue retrasando. Los costes también se multiplicaron, porque el proyecto original no pasaba de los 470 millones de euros (563 millones de dólares).