
LISBOA.- El Barcelona se llevó hoy un empate sin goles en su visita al campo del Benfica, un resultado mezquino después de desperdiciar increíbles oportunidades en la primera parte, aunque el encuentro fue muy parejo tras el descanso.
El partido, correspondiente a la ida de los cuartos de la Liga de Campeones, respondió a las expectativas y fue espectacular, aunque los dos equipos jugaron con pólvora mojada. El Barcelona tendrá en su campo la oportunidad de resolver su pase, aunque el Benfica demostró que agotará todas sus opciones, que las tiene.
El Barcelona no tuvo problemas en asumir desde el principio su papel de favorito y gobernó el encuentro a su antojo. Rijkaard resolvió las bajas de Carles Puyol y de Rafael Márquez apostando por la experiencia de Thiago Motta y de Oleguer en la zaga, situando a Andrés Iniesta en la mitad de la cancha.
El equipo visitante dominó por completo a un Benfica que jugó empequeñecido. Regaló el balón, se tiró atrás y fió sus posibilidades de marcar a los disparos lejanos, argumentos demasiado livianos como para tumbar a su rival.
El campeón español mereció irse al descanso con dos o tres goles de ventaja, tales fueron su enorme superioridad y la gran cantidad de ocasiones claras que acumuló. Samuel Eto’o, Iniesta y Van Bommel se quedaron solos a siete metros de la portería y uno tras otro desperdiciaron sus ocasiones ante Moretto, el nerviosísimo arquero del Benfica.
Ronaldinho y Deco dieron una exhibición de cómo hacer mover al equipo y el Barcelona juntó mucho las líneas para ahogar a su rival. Pero se marchó al descanso con empate sin goles y con la sensación de haber desperdiciado una oportunidad de sentenciar el partido y, quizá, también la eliminatoria.
Koeman reaccionó y situó a Miccoli por Robert, con lo que su equipo ganó notablemente en agresividad. Además, el Benfica juntó más sus líneas y el Barcelona dejó de funcionar con su precisión acostumbrada. A ello contribuyó la mala actuación de Deco, que se perdió en batallas personales, improductivas para su equipo.
La posesión de balón se equiparó y, de repente, el estadio de La Luz vivió unos minutos electrizantes, con oportunidades en ambas porterías. El Barcelona tuvo una doble ocasión a los 56 minutos, cuando Moretto desvió al palo un lanzamiento de Larsson. En el posterior saque de esquina, Motta se levantó y cabeceó a la madera.
Pero el Benfica respondió con una ocasión clarísima, en la que el italiano Miccoli obligó a intervenir al arquero Valdés y, acto seguido, Geovanni estrelló el balón en Gio cuando tenía toda la portería para él. Más aún, el Benfica reclamó un penal que pareció muy claro por una mano de Motta dentro del área azulgrana.
El Barcelona se vino abajo de repente y sus estrellas desaparecieron, especialmente en los casos de Eto’o y de Ronaldinho. Rijkaard intentó la reacción e introdujo en el campo a Gabri y Giuly, pero el equipo azulgrana ya no volvió a recuperar el mando del partido.
El encuentro terminó con el Benfica intentando asediar, aunque con cierto desorden, el arco visitante. Así finalizó un encuentro vibrante en el que el Barcelona perdió en la primera parte una ocasión inmejorable de sentenciar el duelo y sufrió más de lo previsto en la segunda mitad.
En cualquier caso, el conjunto azulgrana sigue siendo el gran favorito para pasar a las semifinales, y más cuando tiene la posibilidad de sentenciar en el Camp Nou. Pero, al menos, el Benfica se ganó el derecho a pelear la eliminatoria.