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Blake - González
SANTIAGO/RANCHO MIRAGE.- En una jornada memorable y cuyo show aún debe continuar, Fernando González salió de las penumbras y le dio a Chile el primer punto en el duelo que se inició este viernes ante Estados Unidos por los cuartos de final de la Copa Davis.
González estuvo muerto, liquidado por un James Blake que hasta el tercer set dominaba a su antojo en el pasto del Mission Hills Country Club. El santiaguino dio vuelta un marcador que lo tenía abajo 2-0 en sets y 5-3 en la tercera manga, y terminó imponiéndose en cinco mangas y tras 4:21 horas de extenuante juego, que terminó con ambos hombres acalambrados y dando de palos para cerrar los puntos lo más rápido posible.
El chileno triunfó por
6-7(5), 0-6, 7-6(2), 6-4 y 10-8, dándole así a Chile la posibilidad de llegar hasta el domingo con posibilidades de conquistar la victoria y avanzar a semifinales.
González tuvo un inicio auspicioso. Con un quiebre en el tercer juego, se puso de inmediato arriba en el marcador. Pero más allá de eso, el chileno se veía a sus anchas, en cambio Blake no controlaba ni siquiera su servicio. Pero todo se desmoronó de una pelota para otra. Estando 5-4 arriba y con su servicio, perdió una volea increíble.
Blake renació. Como si lo hubiera tocado una varita mágica y le hubiera recordado los kilos de tenis que jugaba hace algunas semanas en el tour de la ATP. Y el octavo mejor jugador del mundo llevó la primera manga al
tie break y la ganó por 7-5 en la definición.
Se venían los mejores momentos del estadounidense. En la segunda manga arrasó por un expresivo 6-0, en apenas 33 minutos, y llegó a estar 5-3 en la tercera. Quedó 5-4 pero con su saque, y ahí se revirtió la película. Al césped instalado en Rancho Mirage entró otro Fernando González, no el que está 18° en el mundo, sino que uno mentalizado en sacar adelante una tarea imposible, punto a punto, como si fuera el partido que le diera un título mundial. Más que eso.
Y quebró el saque de Blake. Y llevó la manga al
tie break. Y lo ganó 7-2, como para decretar su regreso.
La cuerda ya no se cortó más. En el cuarto set bastó un quiebre en el quinto game para llevárselo por 6-4. El juego ya alcanzaba las casi tres horas de juego, y afloraron los problemas físicos.
Blake tuvo que comer varios plátanos y tomarse unas pastillas antes de encarar la quinta y definitiva manga. Y le vinieron bien los "extras" porque en el cuarto juego quebró el servicio de González y llegó a estar 4-1. Pero en un
deja vu, González dio vuelta el marcador y lo dejó 4-4 después de quebrar en el séptimo game. No sin antes recibir la asistencia del kinesiólogo de la escuadra nacional.
Y así se fueron, incluso con un quiebre más por lado. González estuvo 6-5 y con su servicio, pero Blake le devolvió la mano dejándolo en cero. Hasta que el chileno se puso 9-8 tras quebrar el servicio del norteamericano y cerró en el siguiente, no sin antes desaprovechar una oportunidad. No podía ser con menos sufrimiento. Un deleite.