MILAN.- El entrenador del club de fútbol Inter de Milán, Roberto Mancini, aseguró el lunes que abandonará el fútbol italiano cuando finalice su vínculo con el equipo de la Serie A, luego de que un grupo de hinchas golpeara a dos de sus jugadores, entre ellos al argentino Javier Zanetti.
El capitán Javier Zanetti y el mediocampista italiano Cristiano Zanetti fueron tomados a golpes de puño y pateados por hinchas en el aeropuerto de Malpensa, cerca de Milán, cuando regresaban a la ciudad del norte de Italia tras la victoria del sábado frente al Ascoli.
"Este asunto aceleró mis planes de irme al exterior. Cuando finalice con el Inter me iré de Italia, eso es seguro", dijo Mancini.
"Jugar y divertirse, que es de lo que se trata el juego, ya no es posible. Uno no puede ganar o perder y pensar sólo en lo que pasó en el campo de juego. Desafortunadamente, si se pierde hay que pensar en otras cosas también", agregó.
Mancini, quien ha estado bajo presión desde la semana pasada por la eliminación del Inter de la Liga de Campeones a manos del español Villarreal, descartó de todos modos que vaya a tirar la toalla.
"Por mi parte, todavía está el deseo de seguir adelante. Hago esto porque me gusta este deporte y disfruto estar afuera en el campo con los jugadores. No hago esto por dinero como han dicho algunos. La pasión es la motivación que me empuja", sostuvo.
Los comentarios de Mancini se produjeron luego de que el presidente de la Asociación de Futbolistas de Italia exigiera un cambio cultural en el deporte favorito del país, tras el ataque a los jugadores del Inter.
"Este fue un episodio de barbarie, intolerancia y violencia estúpida alimentado por la histeria que rodea al fútbol en Italia", subrayó Sergio Campana, en declaraciones a radio Anch’io.
"Necesitamos una revolución cultural. Necesitamos aprender a perder con dignidad. Pero creo que eso llevará una generación", agregó.
El incidente se produjo en horas tempranas del domingo en el aeropuerto de Malpensa en Milán, cuando los jugadores del Inter salieron del edificio de la terminal y se encontraron con unos 50 hinchas enojados por la derrota del equipo de la Liga de Campeones.
La mayoría de los simpatizantes se limitó a insultar a los futbolistas, pero en el estacionamiento, el capitán Javier Zanetti y su compañero Cristiano Zanetti fueron tomados a golpes de puño y pateados por un pequeño grupo, antes de que la policía interviniera.
Ninguno de los jugadores sufrió lesiones de importancia y pudieron marcharse del lugar en sus automóviles.
El presidente del Inter, Giacinto Facchetti, condenó la violencia.
"No podemos aceptar que una decepción se degenere en violencia. La violencia es inadmisible para aquel que dice ser hincha del Inter", aseguró Facchetti en la página de internet del club.
El Inter se ha ganado en los últimos años la reputación de tener una de las hinchadas más violentas del fútbol italiano. Los episodios de violencia que protagonizan sus aficionados suelen coincidir con malos resultados.
