SANTIAGO/ESTORIL.- Comenzó de forma aplastante y se fue desvaneciendo para terminar con dos quiebres en contra. Pero lo importante fue que Nicolás Massú (32° de la ATP) pudo volver al triunfo tras su derrota en la final de Casablanca, tras derrotar al holandés Raemon Sluiter (108°) en la primera vuelta del ATP de Estoril (Portugal, 531 mil 250 euros, arcilla).
Luego de un comienzo avasallador, donde apenas demoró 22 minutos en cerrar un rotundo 6-0, el tenista chileno debió extremar recursos para vencer a un "renovado" Sluiter con un 7-5 que ahora sí lo hizo trabajar por más de una hora.
No quedaron dudas de que Massú recuperó el errático primer servicio que exhibió ante el italiano Bracciali el domingo pasado en Marruecos. Ese 76% de efectividad que mostró ante Sluiter no hace más que confirmar que el chileno es otro jugador cuando coloca su primer envío en el rectángulo rival. Eso le da la chance de colocarse un paso adelante y perfilarse para su derecho, el arma letal que lo tiene a punto de volver al grupo de los mejores 30 del mundo. Y Sluiter lo sintió.
El viñamarino aprovechó seis de las 10 oportunidades que se creó para quedarse con el servicio del europeo, mientras que éste recién vino a reaccionar en la segunda manga para crearse tres quiebres, aunque su efectividad fue mejor porque aprovechó dos de ellos.
Pero no fue suficiente. Massú no estaba para sorpresas y tuvo la capacidad para devolver la "gracia" en el juego siguiente tras los quiebres de Sluiter.
En segunda ronda, la segunda raqueta nacional enfrentará al estadounidense Justin Gimelstob (97º), que el lunes derrotó por 3-6, 7-5 y 6-3 al checo Lukas Dlouhy (81º).
