LONDRES.- El capitán del Arsenal, Thierry Henry, dijo que decidió quedarse en el club inglés, luego de la derrota del equipo frente al Barcelona en la final de la Liga de Campeones de fútbol.
El delantero francés de 28 años, a quien se vinculó con una posible transferencia al conjunto catalán, expresó al diario británico The Sun: que espera quedarse "mientras pueda seguir corriendo. No podría dejar a los simpatizantes, son como mi familia".
El periódico indicó que Henry espera firmar un contrato por cuatro años con el Arsenal.
Durante esta temporada el delantero, uno de los más codiciados del mundo, mantuvo en vilo al entrenador del equipo, Arsene Wenger, y a los hinchas, al negarse a precisar si iba a continuar en el club o no.
Henry llegó al Arsenal en 1999, procedente de la Juventus, y se transformó la temporada pasada en el mayor goleador de la historia del equipo de Londres, donde la afición lo adora, al marcar su tanto número 200.
El francés convirtió 27 goles en la pasada liga inglesa y finalizó nuevamente la competencia como el máximo artillero. Además, la Asociación de Periodistas de Fútbol de Inglaterra lo eligió en abril como el Futbolista del Año, distinción qu obtuvo por tercera vez en cuatro temporadas.
Henry aseguró que la valiente actuación de sus compañeros el miércoles en París frente al Barcelona lo ayudó a decidirse y a optar por quedarse en el club. El Arsenal perdió sobre la hora por 2-1, tras jugar la mayor parte del encuentro con 10 hombres por expulsión del arquero Jens Lehmann.
"Mi equipo me demostró que no tengo que partir. Me mostró que tiene corazón", remarcó. "Que no se me malinterprete, amo al Barcelona. Pero en la noche del miércoles el Arsenal me demostró que tiene corazón", insistió.
"Luego de la derrota del miércoles, me acerqué a los simpatizantes y los aplaudí, y ellos me aplaudieron a mí", reveló el atacante. "Espero poder terminar hoy con todos los detalles", manifestó.
Si Henry firma un nuevo contrato, será un gran incentivo en la próxima temporada para la mudanza del club a su flamante y más grande hogar, el Emirates Stadium, tras la despedida de Highbury.
