Lino Díaz perdería el manejo de la Corfuch. |
SANTIAGO.- La Cuarta Sala de la Corte de Apelaciones, en resolución unánime, declaró hoy la quiebra de la Corporación de Fútbol Profesional de Universidad de Chile.
El tribunal nombró como síndico profesional a José Manuel Edwards y junto con ello le ordena que se incauten bajo inventario "todos los bienes de la fallida, sus libros, papeles y documentos".
Para esos efectos, el tribunal sostiene que se le prestará el auxilio de la fuerza pública con la sola exhibición de la copia autorizada de la declaración de quiebra.
Con su resolución, la Cuarta Sala revocó lo que había decretado en primera instancia la jueza del Séptimo Juzgado Civil, Jenny Book, quien dictaminó el 21 de abril de 2004 que no había méritos para decretar la quiebra por deudas impositivas.
El tribunal que revisó la apelación de la Tesorería el 6 de abril pasado, estuvo integrada por los ministros Jorge Dahm, Mauricio Silva Cancino y el abogado integrante Nelson Pozo.
Asimismo, la resolución cita a una junta de acreedores para el 30 ó 31 de este mes, la que se realizará en el Séptimo Juzgado Civil.
El abogado de la U, Gonzalo Cisternas, reafirmó las declaraciones del presidente del equipo y criticó lo que sostuvo es un trato discriminatorio frente a otros clubes que se encuentran en la misma situación.
"Es improcedente la declaratoria de quiebra en razón de la Ley 20.019 que nos concede un plazo de un año y seis meses para negociar con la Tesorería", aseguró Cisternas.
"No sé si hay algo raro, pero lo que nosotros sentimos es que sí, Tesorería ha tenido un comportamiento distinto con nosotros que con otros clubes", agregó el abogado.
Un escenario complicado
Durante la semana la dirigencia universitaria había hecho mucho lobby, tanto en la Tesorería General de la República como con el plantel y los trabajadores del Caracol Azul.
"Sus contratos serán respetados. Lo que cambia es que vendría un síndico y los dirigentes saldrían", explicaron el gerente general Marcos Godoy y el tesorero Jaime Cortés a los jugadores y al presidente del sindicato Mariano Puyol.
Asimismo, el presidente Lino Díaz trató de convencer a Cristián Huerta, del departamento de quiebras de la Tesorería, que la U estaba dispuesta a firmar un convenio de pago, pero por la deuda reconocida por el club (cerca de 1.700 millones de pesos, versus los 5.412 que exigía el organismo público en 2004).
Pero por lo visto, todo fue en vano. En la Corfuch ya pensaban en este escenario pues informes extraoficiales hablaban de que la deuda azul es mucho mayor que su patrimonio total. O sea, técnicamente estaba en quiebra porque es insolvente.
¿Los pasos a seguir? Se pedirá una orden de no innovar para negociar con la Tesorería, asumiendo el costo político que significará con los inversionistas que se estaban buscando para el Fondo de Inversión.
