 Klöden y Landis, en pleno desarrollo de la etapa. (Foto: AFP) |
PAU, Francia.- En los últimos años, la cuenta era simple: tres veces fue el estadounidense Lance Armstrong el que llegó primero a la meta en la primera cita de montaña del Tour de France.
Sólo en 2000 y en 2003 Armstrong se vio sorprendido por los españoles Javier Otxoa e Iban Mayo, aunque llegó poco después a la meta.
Los competidores sabían desde temprano cómo terminaría la travesía liderada por el controvertido múltiple ganador del Tour oriundo de Texas. Tras el retiro de Armstrong el año pasado y la conmoción por la expulsión de tres fuertes candidatos a ganar el Tour de France 2006, todo ha cambiado.
"¿Quién ganará el Tour?", se preguntaba hoy el diario deportivo francés
L’Equipe, un día antes de la "etapa reina" de mañana con final en Pla de Beret, a 1.860 metros de altura, en el lado español de los Pirineos. Antes llegarán el Tourmalet, el Aspin, el Peyresourde y el Portillon. Los colosos pirenaicos deben arrojar luz de forma definitiva a la incógnita.
El rotativo presentó una nómina de candidatos a su juicio, encabezada por el estadounidense
Floyd Landis (Phonak), seguido por el alemán
Andreas Klöden (T-Mobile). Si bien hasta hoy llevaba el maillot amarillo de líder otro ciclista de T-Mobile, el ucraniano Sergei Honchar, Klöden es considerado el número uno dentro del poderoso equipo germano, que ocupan puestos destacados en la clasificación general.
Tras la primera etapa en los Pirineos, disputada hoy entre Cambo les Bains y Pau, el maillot amarillo pasó a manos del francés Cyril Dessel (AG2R Prevoyance) por delante del español Juan Miguel Mercado. A pesar de que el Tour está más abierto que nunca a las sorpresas, se espera que mañana estos dos ciclistas den un paso al costado.
"La posibilidad de que Andreas (Kloeden) gane el Tour siempre estuvo en la nebulosa para nosotros. Ahora se está aclarando. Si Andreas integra el jueves el grupo líder, expresará claramente sus perspectivas", sostuvo el entrenador de Klöden, Thomas Schediwie, quien diseñó el plan de entrenamiento de emergencia para el alemán tras su operación de hombro en marzo, y que aspira a coronar con una victoria en el Tour tras el segundo puesto en 2004.
Pero la
pole position en la lista de favoritos de
L’Equipe es para Landis, ex escudero de Armstrong, al que acompañó en los éxitos en el Tour en 2002, 2003 y 2004.
Pese a estar en desventaja a raíz de una lesión de cadera que posiblemente lo obligue a fin de año a colocarse una prótesis, por el momento muchos datos apuntan a Landis como candidato a ganar el Tour.
"Naturalmente tengo dudas, como todos, antes de arrancar las etapas de montaña. Pero hasta ahora todo ha marchado en condiciones óptimas, me siento bien", afirmó el capitán del equipo suizo Phonak con vistas a la competencia en los Pirineos. Hoy no tuvo problemas en el primer contacto, pero mañana llegará la gran prueba. Es el mejor situado de los candidatos a 4.45 minutos de Dessel.
Las mejoras repentinas del crono en la montaña, características que Armstrong o el italiano Ivan Basso llevaban en la sangre, no son sin embargo el punto fuerte de Landis. "Pero mis rivales directos tampoco poseen esas cualidades", sostuvo el ciclista, que en la primavera boreal pasada se impuso en la Vuelta a California, la Paris-Niza y la Vuelta a Georgia. Mañana empieza el Tour de Francia de verdad para decidir al menos quiénes son los favoritos. La montaña llama.