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MADRID.- La mañana amaneció soleada en Madrid con unos 25 grados centígrados de temperatura, las condiciones ideales para que José Antonio Reyes, último fichaje del Real Madrid, luciera una sonrisa nerviosa en su presentación de blanco. Lejos quedaban los 20 grados y las nubes de Londres.
Reyes celebró uno de los días más esperados desde que es jugador profesional, ya que, pese a sus escarceos con el Atlético de Madrid, nunca negó su sueño de jugar en el Real Madrid, idea que se reforzó bajo la lluvia londinense y entre gente que hablaba inglés.
"Para mí la familia es lo más importante y no nos hemos adaptado a Londres. El clima y el idioma han sido muy difíciles para mí", justificó hoy sus deseos de abandonar Londres tras año y medio en el Arsenal de Arsene Wenger.
Bajo el sol de Madrid fue presentado con el protocolo madridista de las grandes ocasiones: el presidente, Ramón Calderón, fue el maestro de ceremonias con las habituales referencias a "uno de los mejores jugadores" del mundo que se escuchan para cada futbolista en su presentación; y el presidente de honor, Alfredo di Stefano, le dio la camiseta blanca con el número 19. Luego, vestido de corto, se plantó ante los fotógragos y los aficionados que se dieron cita en el estadio Santiago Bernabéu.
Ya en rueda de prensa hizo toda una declaración de intenciones. "Si me dan continuidad, no se van a arrepentir", dijo el extremo zurdo. Si le dan continuidad. Y es que Reyes deberá pelear con muchas estrellas, incluido el capitán, Raúl, para hacerse un hueco en el equipo de Fabio Capello. "Voy a pelear con cualqueira para demostrar que puedo jugar y que pueden contar conmigo", agregó.
El jugador sevillano vistió traje y corbata oscuros y camisa blanca y evidenció sentirse nervioso ante los responsables de los medios que lo martillearon con preguntas sobre su compromiso con el Atlético de Madrid. "Ya hay un acuerdo, no tengo nada que decirle a la afición del Atlético de Madrid, les agradezco el interés, pero estoy en el Real Madrid y es lo que me ilusiona".
Reyes, quinto fichaje del proyecto Capello y el único español, llega cedido por un año a cambio del brasileño Julio Baptista, que jugará en el club inglés. "Tengo un año para trabajar y para que confíen en mí", dijo el ex jugador del Arsenal, que reconoció que no jugar la final de la Liga de Campeones que su equipo perdió en mayo en París con el Barcelona "fue la gota que colmó el vaso, fue un palo muy duro".
El ex sevillista tuvo tiempo de desear suerte a su amigo Joaquín, que abandonó el Betis para fichar por el Valencia, con lo que se rompió así el deseo de muchos de ver los dos carriles del Santiago Bernabéu ocupados por los dos jugadores andaluces.
Sobre la selección, Reyes fue claro en dar su apoyo al técnico, Luis Aragonés, pese a que no está contando con él. "Todos lo conocemos, las cosas no están bien, pero confiamos en él y esperemos que siga", dijo.
Reyes espera entrar ya mañana en la lista de Capello para viajar a Valencia a enfrentartse con el Levante el domingo. Tiene ganas de jugar ya, porque a partir de hoy volvió a salir el sol para el jugador sevillano.
