COQUIMBO.- Fue un clásico de verdad, con goles, buen público, vértigo y emoción hasta el minuto final. Coquimbo y La Serena dieron una cátedra de cómo se debe jugar un verdadero clásico, en un partido que ganaron los piratas 4-3 después de ir cayendo sin apelación.
El conjunto amarillo necesitaba imperiosamente de los tres puntos, porque después del triunfo de Santiago Morning ayer ante Unión los bohemios se habían acercado a 5 puntos en la tabla del descenso.
Pero fueron los papayeros quienes dieron el primer golpe. A los 12' Pablo Bolados puso el 1-0 para hacer reventar al buen público que llegó al Sánchez Rumoroso a apoyar a los papayeros.
Coquimbo sintió el golpe y se fue en busca de la igualdad, la que consiguió a los 35' con un golazo de Víctor Osorio, pero 2 minutos más tarde Felipe Flores volvió a dejar arriba a los visitantes; balde de agua fria para los coquimbanos que recién se sentaban después de la celebración.
Los piratas no desanimaron y a los 2' del segundo tiempo igualaron el partido con tanto de Rodrigo Rivera. Luego fue Marcelo Corrales el que adelantó al conjunto de Francisco Varela a los 52'. Y cuando La Serena se iba con todo encima y jugaba con 10 hombres, de contragolpe, Luciano Álvarez a los 77' puso el cuarto para los locales.
Pero Serena no descansó y siguió metiendo. A los 83' consiguieron el último decuento con autogol de Rodrigo Rivera.
Buen partido que aleja a Coquimbo de Santiago Morning en la lucha por el descenso. Ahora están ocho puntosd sobre los autobuseros que esperaban una ayuda de La Serena para quedar más cerca de los piratas.
