BUENOS AIRES.- El árbitro internacional argentino Daniel Giménez, que denunció el domingo amenazas del presidente de Gimnasia y Esgrima de la Plata, pidió la suspensión del fútbol local "por un par de semanas" para buscar soluciones a la violencia en los estadios.
"Creo que sería ideal parar por un par de semanas. ¿O hay que esperar que haya cinco o diez muertos?. Hay que parar, sentarse a conversar y que la gente se calme", dijo Giménez al canal TN.
El profesional está en el centro de un conflicto que se desató el domingo, cuando suspendió el partido que jugaban Gimnasia y Esgrima La Plata y Boca Juniors, por el torneo Apertura local.
En el entretiempo, el presidente de Gimnasia, Juan José Muñoz, entró al vestuario de los árbitros. El dirigente asegura que entonces sólo insultó al árbitro, pero Giménez asegura que lo amenazó, por lo que decidió no volver al campo y dar por concluido allí el espectáculo.
El problema entró ahora a la órbita de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que tomará una decisión en un par de semanas. Se estima que resolverá jugar los 45 minutos que faltan y, seguramente, sancionar a Muñoz.
El dirigente de Gimnasia pidió disculpas, admitió su error y solicitó licencia como miembro del Comité Ejecutivo de la AFA, que también integra, "hasta que el tema se aclare" definitivamente.
Para el árbitro Giménez "la situación es insoportable, la violencia es grave" y relacionó los hechos en los campos de juego con la inseguridad del país.
"Lo que pasa en el fútbol es cómo estamos viviendo. Y esto cada vez se agrava más. Por eso, creo que hoy tendríamos que tomar una decisión importante. Alguien tiene que parar la pelota, hacer la pausa, esperar un par de semanas a que se normalice la situación y después continuar", reclamó.
Giménez está convencido que actuó bien el domingo al suspender el partido y acusa a Muñoz de mentir cuando dice que solamente insultó al árbitro y que no lo amenazó. "Él sabe que está mintiendo", subrayó.
"Alguien tiene que poner coto a esta situación. Nunca me pasó que me patearan la puerta, que fueran a presionarme. Y menos un dirigente" concluyó.
