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Chile vence a Paraguay, pero queda con sabor amargo

La Roja cerró un año de amistosos con una victoria sobre Paraguay. Pero Nelson Acosta "se robó" el protagonismo.

16 de Noviembre de 2006 | 00:13 | Felipe Gálvez Tabach, El Mercurio Online
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Valdivia fue la figura de Chile.

Nelson Olmos

VIÑA DEL MAR/SANTIAGO.- La renuncia de Nelson Acosta a la selección chilena apenas horas antes del duelo ante Paraguay, hizo que el último amistoso de 2006 pasara a segundo plano.


Chile - y en alguna medida el propio elenco guaraní- se esmeró en no perder el protagonismo de la jornada y se impuso por 3-2 con un fútbol vistoso y que enciende esperanzas, pero que sigue dejando espacios para la duda.


Al inicio, en el entretiempo y en el final del cotejo, lo más comentado seguía siendo, empero, el alejamiento del calvo DT. Ni siquiera el golazo de Jorge Valdivia en el 2-0 parcial sacó el tema de la cabeza de hinchas, comentaristas, jugadores y hasta del propio presidente electo de la ANFP. Y es que la joyita del volante del Palmeiras sirvió de dedicatoria especial para darle el adiós al entrenador.


Valdivia lo dijo tras el partido: "Estoy contento porque se ganó, pero hay tristeza porque el profe se va. Uno se encariña, entonces da tristeza".


Y Acosta ratificó ese ambiente de congoja. "Le tengo mucho cariño a este grupo (...) estoy orgulloso y estaré a este fin de mes para entregarle a la nueva directiva todo lo que se ha hecho con la selección. Lo importante es seguir un proceso, no importa que las personas cambien. La selección es de todos nosotros, no de los que están de turno", dijo a Canal 13.


El DT se mostró emocionado y dijo sentir "pena dejarlos. Ya les expliqué por qué, pero los jugadores están ahí, sólo hay que dirigirlos. Son muy buenos jugadores".


Sobre el gol de Valdivia, quien corrió a abrazarlo tras convertir, Acosta fue claro: "Es un gol para ponerlo en un marquito. Ojalá me lo graben para tenerlo de recuerdo, porque fue un gol espectacular".


Gol que servirá no sólo recordará la despedida del DT, sino que simboliza el gran juego que es capaz de desarrollar Chile y que hay una diversidad de jugadores talentosos. La ausencia de Matías Fernández (y los colocolinos) fue suplida con creces por Valdivia. El volante está maduro, toma las riendas del equipo, pone la pausa necesaria, no se descontrola ante el juego brusco que enfrenta y además se luce con sus pases registrados o con toques que terminan en la red.


A su lado, hubo motores sin los cuales la selección no corre. Pese a no tener club, Jorge Acuña es dueño del medio campo y Manuel Iturra un gran complemento. Por la derecha Luis Pedro Figueroa mejoró mucho aunque no sacó ningún centro bueno. Por la izquierda, Hugo Droguett fue impetuoso, y ofreció salida en un puesto donde siempre falta fútbol.


Atrás la zaga no pasó apuros, porque Paraguay no es un equipo que genere mucho peligro. Ramos, Cabañas y Cardozo anduvieron bajo y los goles guaraníes llegaron por parte de sus sustitutos en medio de desconcentración de Pinto y la última línea, donde se destacó Waldo Ponce, por un golazo de tiro libre.


En la delantera, Luis Monje tuvo un buen primer tiempo, pero se diluyó en el segundo. Mauricio Pinilla salió lesionado y Manuel Neira buscó, pero la marca lo bajó en la pelota que le quedaba más clara para rematar. Fue el penal que le dio a Chile el tercero, en una noche que tuvo eso... de dulce y agraz.

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