Serena Williams gana por tercera vez el Abierto de Australia

MELBOURNE.- La norteamericana Serena Williams ganó por tercera vez el Abierto de Australia al derrotar este sábado a la rusa Maria Sharapova en dos cómodos sets, por 6-1 y 6-2 en apenas 63 minutos de juego.

Es el octavo título de Grand Slam ganado por Serena, 25 años, la menor de las hermanas Williams, que ya ganó en Melbourne en 2003 y 2005, en el US Open en 1999 y 2002, en Roland-Garros en 2002 y en Wimbledon en 2002 y 2003.

Williams, 81 del ranking, confirmó su retorno al circuito con su octavo título de Grand Slam, ante la nueva número uno del mundo y con un partido extraordinario, tras un 2006 en el que apenas jugó por problemas físicos.

La estadounidense empezó arrolladora desde el principio, con un poderoso servicio y atacando sin respiro con devoluciones ganadoras el endeble saque de su rival rusa, impotente ante la agresividad y el acierto de Williams.

Williams dominaba el juego con sus golpes ganadores, su buen porcentaje de primer servicio y sus moderados errores no forzados. Sharapova parecía de cristal y mientras se preguntaba qué hacer para meter en la cancha un primer saque se vio de repente con un 5-0 en contra.

La mirada felina de Williams lo decía todo. Habían pasado 26 minutos y la estadounidense ganaba la primera manga por 6-1. Se preveía una final rápida en un Rod Laver Arena con el techo cerrado por el riesgo de lluvia.

Pero Williams era más que fuerza y físico. Se había guardado el mejor partido para la final. A su músculo añadía cerebro, sabía cómo hacer daño a la rusa, que, incapaz de ganar su servicio, se vio 2-0 abajo en el segundo set. No quedaba mucho tiempo para reaccionar.

Sharapova no podía controlar sus golpes y no encontraba sus tiros ganadores. Era difícil reaccionar así, por ello, Serena, siempre sólida, se escapó 5-1. La rusa forzó un poco más para el 5-2. Williams sirvió para ganar y lo hizo con un juego en blanco, sin oposición, como durante todo el partido, en el que logró 28 golpes ganadores contra los 12 de su rival.

La estadounidense es la segunda jugadora que gana en Australia sin estar preclasificada, y el lunes en el nuevo ranking mundial saltará del puesto 81 al 14, la confirmación de su regreso a la élite.