Prensa argentina lamenta nueva desilusión en la Copa Davis

BUENOS AIRES.- La prensa argentina lamentó hoy una vez más la desilusión vivida con el equipo de Copa Davis, que perdió en cuartos de final ante Suecia por 4-1, y de esta manera sumó una nueva frustración en pos de conseguir un gran logro en ese deporte.

"Desilusión", "chance perdida" y "Copa Davis esquiva" fueron algunos de los términos que utilizó la prensa argentina para reflejar la derrota del equipo comandado por el capitán Alberto Mancini en Gotemburgo.

Para el diario "Clarín", la mítica Ensaladera de Plata es "un tesoro esquivo", al que el tenis argentino aún no puede darle alcance.

"La bendita y esquiva Copa Davis seguirá esperando, altiva y orgullosa. Y el tenis argentino continuará suspirando, frustrado y con bronca. Habrá que aguardar a 2008, entonces. Para ver si los principales jugadores se mantienen arriba, si las promesas se consolidan, si se produce algún regreso que por ahora está muy lejos de concretarse", expresó el matutino.

El diario deportivo "Olé" dejó encendida una luz de esperanza para que en el futuro Argentina pueda conseguir el ansiado trofeo, a cuya final llegó por segunda vez el año pasado, cuando cayó 3-2 ante Rusia en Moscú.

"Argentina ganará la Davis en los próximos dos o tres años. Con (Guillermo) Cañas a pleno, el (David) Nalbandian de la primera mitad del 2006, (Juan Martín) Del Potro con más experiencia, ojalá (Guillermo) Coria y (Gastón) Gaudio recuperados, (José) Acasuso siempre sólido en polvo, (Agustín) Calleri y (Juan) Mónaco esperando, (Juan Ignacio) Chela de vuelta", expresó "Olé".

"La Nación" también hace mención a la "ilusión" perdida en cuanto a conseguir la Copa Davis y aseguró que "la misión por Gotemburgo concluyó precipitadamente".

La prensa también destacó la superficie escogida por Suecia para recibir a Argentina, y que evidentemente favoreció al equipo europeo y redujo notablemnte las chances sudamericanas.

Incluso "La Nación" calificó de "cancha de hielo" la superficie elegida, una carpeta muy rápida que apenas dejó jugar a los argentinos, más acostumbrados a la lenta arcilla.