Nadal sobrevive al infierno de Hewitt y busca el título ante Federer

HAMBURGO.- El español Rafael Nadal se medirá mañana con el suizo Roger Federer por el título del torneo de tenis de Hamburgo, el último choque de ambos antes de la gran cita de Roland Garros.

Nadal y Federer sufrieron hoy para avanzar al encuentro decisivo. El suizo se impuso al español Carlos Moyá por 4-6, 6-4 y 6-2, mientras Nadal batió a Lleyton Hewitt por 2-6, 6-3 y 7-5 en un partido en el que el australiano llevó al límite al número dos del mundo.

Nadal ganó un choque que puso a prueba su tenis y su mente. Hewitt, que está recuperando el juego que lo llevó al número uno, hizo temblar a Nadal hasta el final, ya que quebró el saque del español para igualar en cuatro en el tercer set tras una desventaja de 4-2.

Peor aún para el español: tras quebrar para 5-4, estaba a dos puntos de sellar el 6-4 y la victoria. Pero fue Hewitt quién ganó ambos puntos para forzar el 5-5 y sumir en una excitante incertidumbre la ya a esa altura fría tarde en el estadio de Rothenbaum.

Pero pese al infernal tenis de tiros a las líneas de Hewitt, pese al inextinguible espíritu de lucha del australiano, Nadal logró superar la prueba: quebró para 6-5, se recuperó de un 15-40 y ganó con un passing de drive cruzado para celebrar el éxito, su segundo triunfo en seis enfrentamientos con el ex número uno.

Es posible

Hewitt, al igual que el ruso Nikolai Davydenko hace una semana en las semifinales de Roma, mostró que es posible vencer a Nadal en arcilla.

Davydenko lo desquició durante tres horas y 37 minutos, Hewitt, a lo largo de dos horas y 35. Ambos fueron incapaces de dar la estocada final.

El español sumó su victoria consecutiva número 81 en la superficie, en la que lleva 25 meses sin conocer la derrota.

Hamburgo será así mañana escenario de una nueva edición del gran clásico del tenis actual, del undécimo Federer-Nadal en la estadística.

Nadal jamás ganó el título en Hamburgo, donde Federer suma ya tres trofeos. Ambos faltaron el año pasado al certamen, que tendrá su final soñada.

"Tengo ganas de jugar esa final mañana. Y vencer a Nadal reforzaría mi motivación y mi confianza", dijo Federer, que tiene un balance negativo de tres victorias contra siete derrotas ante el español.

"Claro, si no ganara tampoco sería el fin del mundo", añadió el número uno cubriéndose las espaldas.

Federer nunca pudo derrotar a Nadal sobre arcilla, y la de Hamburgo es la más lenta de los grandes torneos que se juegan sobre esa superficie.

El suizo, campeón en Hamburgo en 2002, 2004 y 2005, necesitó dos horas y siete minutos hoy para derrotar al veterano Moyá, número uno del mundo durante dos semanas de 1999 y campeón de Roland Garros 1998.

El español, de 30 años, hizo sufrir al suizo, que busca desesperadamente afinar su juego de cara al gran desafío de Roland Garros, el único torneo de Grand Slam que jamás pudo conquistar.

Moyá empezó dominando el encuentro. No parecía intimidado por el número uno, sino convencido de que el de hoy podía ser su día. Fue así que el español buscaba con insistencia con derecha para hurgar en las debilidades del revés de Federer.

Tras ganar 6-4 el primer set, Moyá dispuso de una gran oportunidad con Federer sacando 1-1 y ventaja en contra.

El español corrió y luchó en un punto que estuvo cerca de ganar, pero el suizo salvó el momento y, minutos después, quebraba para 3-1.

"Las cosas podrían haber cambiado de haber quebrado ahí", admitió Moyá, que dijo sentirse "desilusionado".

"Sentí que tenía el partido controlado, que podía ganar", dijo antes de recibir el elogio de Federer, que lo ve capaz de hacer "algo grande" en Roland Garros.