A 16 años de la hazaña, Jaime Pizarro recuerda la Copa Libertadores 1991

SANTIAGO.- Aún está en la retina de los chilenos esa noche del 5 de junio de 1991, cuando por primera vez en la historia del fútbol chileno, un equipo nacional levantaba la Copa Libertadores de América.

El primero en tener en sus manos ese anhelado trofeo fue el capitán de ese plantel: Jaime Pizarro.

"Cada vez que llega un 5 de junio uno se recuerda esos momentos y el recuerdo imborrable que dejó ese plantel y lo importante para uno en lo personal. Lo más bonito vino después de terminado el partido y darse cuenta lo que se había hecho y lo que significaba para Chile", dice el ex volante del Cacique, a la vez que recalca que la mística de ese cuadro fue la que llevó al éxito. "Había una gran sintonía, con jugadores que venían de un largo proceso al interior del club, todos con un gran grado de madurez y un grupo muy bueno en el término anímico".

"Ese día había mucho nerviosismo, nos dábamos muchas vueltas adentro del hotel en la concentración, por eso sólo dimensionamos todo una vez terminado el partido y tras las celebraciones", añade al tiempo de recalcar lo emocionante que fue levantar la esquiva copa.

Las cábalas, los rituales, los mismos traslados, son algunas de las cosas que Pizarro recuerda y cree fueron parte fundamental del funcionamiento de los campeones. "Cuando uno se junta con los compañeros de ese plantel lo que más recuerda son esas cosas, las costumbres, cómo se pelearon los premios, las concentraciones. De un mes pasábamos casi 20 días juntos, cada uno se conocía demasiado", reconoce el ex capitán.

Justamente ayer se reunieron en un cocktail para rememorar la hazaña y estar en el lanzamiento de un nuevo libro que deja la memoria del Colo Colo 91. "Es bonito volver a juntarse, reirse de las mismas cosas y recordar, eso es lo más lindo", agrega el "Kaiser".

Según Pizarro costará que haya un equipo como ese Colo Colo 91, porque hoy cuesta que haya un proceso como el que se logró con ese plantel. "Había jugadores jóvenes, más los experimentados, pero todo se fue armando de a poco, así se logró una identidad, un objetivo en común, un compromiso alto. Hoy eso de los procesos es más difícil", alega.