José Santos dedicó su último triunfo en la hípica a su padre

SANTIAGO.- Que José Santos León haya hecho historia en la hípica mundial no es un misterio. Con 31 años de trayectoria, sus triunfos en el Derby de Kentucky y en las Breeders' Cup y otros más en Japón hablan más que mil fotos en el círculo de ganadores. Pero hoy coronó todo eso -y su retiro anunciado hace unos días- con el ingreso al Salón de la Fama.

Santos, de 46 años, ganó el Derby y el Preakness de 2003 con el caballo Funny Cide, pero terminó tercero en el Belmont y falló en su intento por convertirse en el primer ganador de la Triple Corona desde 1978, año en que lo hizo Affirmed.

Hasta fines del año pasado, el chileno había ganado 4.076 carreras en Norteamérica y sus montas produjeron ganancias por 186,9 millones de dólares.

Y este lunes en Saratoga Spring, Nueva York, la crema de la hípica estadounidense honró al mejor exponente que ha tenido el turf chileno. Santos recibió el trofeo quizás más preciado en la actividad que gira en torno a los purasangres.

"Para conseguir el ingreso al Salón de la Fama tuve que trabajar mucho. Comencé cuando tenía ocho años, mi padre fue mi profesor. El me enseñó todo lo que sé sobre los caballos y por eso le dedico esta placa a él, porque si no hubiera sido por él no estará aquí", dijo un emocionado Santos cuando se le concedió la palabra.

El jockey chileno fue distinguido junto a otros grandes, como el entrenador John Veitch, el jinete John Seller y el caballo Silver Charm, que con la preparación de Bob Baffert se impuso en el Derby de Kentucky y en el Preakness Stakes.