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Bernard Laporte aparece como la estrella francesa para el Mundial de Rugby

El entrenador de la selección gala es el hombre más requerido por los medios y agencias publicitarias.

04 de Septiembre de 2007 | 09:12 | AFP

PARIS.- Nueva Zelanda tiene a Richie McCaw o Daniel Carter, Inglaterra a Jonny Wilkinson, mientras que Francia cuenta con Bernard Laporte, su entrenador y futuro ministro de Deportes, como hombre de fuerte imagen mediática, bien explotada por los publicistas para el Mundial-2007.

El ex medioscrum de Bégles-Bordeaux parece un hombre apurado. Pasó en tres años del anonimato del grupo B (tercera división de Francia), en 1995, a la conquista de un primer título de campeón galo con el Stade Français, en 1998.

Y Laporte necesitó apenas un años más para ser nombrado seleccionador de Francia, plaza que lo catapultó con el curso de los años en un personaje entrañable del mapa ovalado francés.

"Es alguien que mezcla diferentes niveles de lenguaje", estima Philippe Liotard, sociólogo de la facultad de Deportes de la universidad Lyon-I.

"Utiliza al mismo tiempo el registro táctico y el de la emoción. No hace falta ser un especialista del rugby para entender la emoción, aun sin no se comprende la táctica" del deporte, explica el especialista.

Tampoco hace falta ser un amante y entendido del campeonato francés Top 14 para enterarse de los gritos de bronca que hicieron famoso a este personaje calvo con anteojos.

En 2002, una cámara de la televisión estatal francesa France 2 lo sorprendió gritándoles a los jugadores: "¡Sin falta, sin falta!", durante un entretiempo del partido Francia-Italia, por el Torneo de las Seis Naciones. La imagen se repitió por todos los canales galos y quedó grabada a fuego.

Tras un partido del certamen europeo contra Irlanda en el Stade de France, en 2006, se la tomó contra los "burgueses de mierda" que chiflaron al fullback Frédéric Michalak, sin temor a duras respuestas de los hinchas.

Este tipo de gestos fue explotado por los publicistas. Una marca de pasta toma ese grito de enojo de Francia-Italia para catapultarlo en un nuevo medio y luego los contratos se multiplicaron (ojitas de afeitar, jamones, telefonía, productos alimenticios para animales...).

En comparación a esto, sus jugadores parecen perderse una tajada de este negocio fuera del campo de juego.Apenas un puñado pudo aprovechar la Copa del Mundo-2007 para vender su  imagen. Entre ellos, Raphaël Ibañez (ropa interior), Frédéric Michalak  (productos de cuidados, alimentación y equipamiento deportivo), Christophe Dominici (juegos de video y shampoo) o Fabien Pelous (productos de limpieza).

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