STUTTGART, Alemania.- La alemana Hanka Kupfernagel y el holandés Lars Boom, en contrarreloj femenina y contrarreloj masculina juvenil respectivamente, fueron los primeros en colgarse la medalla de oro en el Mundial de ciclismo en ruta, que se inició este miércoles en Stuttgart.
Kupfernagel venció en 23 segundos a la defensora del título, la estadounidense Kristin Armstrong, que no guarda relación de parentesco con el siete veces campeón del Tour de Francia, Lance Armstrong.
La ganadora, originaria de Turingia, ha participado en competiciones de distintas disciplinas de ciclismo, tanto en ruta (2ª en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000) como en pista o ciclocross, donde se proclamó en tres ocasiones campeona del mundo.
La medalla de bronce fue para la austriaca Christiane Soeder, mientras que la veterana francesa Jeannie Longo, de 48 años, finalizó en séptima posición.
La gran campeona francesa, que cuenta con trece metales dorados en un Mundial, a lo largo de su carrera, logra así su mejor resultado desde 2003.
Por su parte, en la contrarreloj masculina juvenil (menores de 23 años), el holandés Boom abrió el palmarés de la edición 2007 del Mundial de ciclismo en carretera.
Boom, que ya se colgó la medalla de oro de su categoría a principios de año en ciclocross, superó al ruso Mijail Ignatiev en 9 segundos, tras los 38,1 kilómetros del trazado.
"Tenía buenas sensaciones para hoy. Incluso sabiendo que Ignatiev sería muy difícil de doblegar, sentí que podría conseguir algo grande", declaró el joven ciclista holandés.
Para el ruso, la plata en Stuttgart es la segunda que logra en esta prueba, tras la conquistada en 2005 en Salzburgo, donde se vio superado por el belga Dominique Cornu.
Aún así, Ignatiev se lamentó de que un problema muscular en una pierna le hubiera impedido lograr un crono aún mejor, que le habría permitido firmar su objetivo de terminar como campeón mundial de la contrarreloj juvenil.
El francés Jerome Coppel, que quedó a 45 segundos del holandés, se apuntó el bronce, como ya hiciera en 2006.
Además, la jornada inicial del Mundial se vio marcada por las declaraciones de varios corredores del equipo nacional de Alemania, que mostraron públicamente su desacuerdo por la participación de su compatriota Erik Zabel, que reconoció haberse dopado durante el Tour de Francia de 1996.