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Santiago: Jueves 25 de abril del 2024 | Actualizado 09:54
el joven de 17 años es una de las más importantes promesas del tenis chileno.
Mario MuñozSANTIAGO.- En un país donde majaderamente se diagnostica que no hay recambio, que no viene ningún tenista de calidad tras González, Massú y Capdeville, pero donde nadie ha encontrado aún soluciones para impulsar un desarrollo sostenido del tenis chileno, ahí, en esa misma realidad, se mueve Cristóbal Saavedra Corvalán.
El jugador de 17 años está en manos de T1, la academia de Luis Guzmán y Marcos Colignon, quien es su entrenador hace tres años. Junto a ellos, planificó que la gira de torneos Futuros haría un nuevo acercamiento al profesionalismo, para tratar de consolidar su juego y acostumbrarlo a desafíos que serán cada vez más frecuentes para él.
Luego de tres semanas, el joven tenista ya tiene un balance más o menos claro de lo que pasa en el mundo de los profesionales. "Es un poco distinto, más que la velocidad de la pelota, se trata de gallos que ya tienen 23 o 24 años y son un poquito más zorros, saben jugar mucho mejor en los momentos importantes. Igual, no me ha ido mal", reflexiona el novel jugador, que maneja bastante bien los efectos con su revés a dos manos y que tiene una derecha más que aceptable cuando logra soltarla.
Su última experiencia en este sentido fue con el argentino Andrés Delatorre, tenista argentino que lo derrotó con claridad, por 6-0 y 6-2, en el Futuro Chile 3, que se está jugando en la Ciudad Deportiva Iván Zamorano.
"Nunca me pude sentir cómodo en la cancha. Estaba caliente porque yo no lo sentí a él tan superior como para perder así, 6-0, 6-2, eso era lo que me tenía medio descontrolado", revivió.
Metas inmediatas
Además de terminar el año jugando los tres torneos Futuros que restan en Chile, Cristóbal Saavedra ya comienza a delinear su temporada 2008, particularmente importante para él porque es su último año como juvenil y determinará la percepción que de él quede a las puertas del profesionalismo.
"No quiero ponerme una meta en ranking, porque podría ir a China a jugar torneos a los que no va nadie y que dan muchos puntos, pero no es la idea, prefiero jugar bien en un torneo de los grandes, hacer semifinales o la final en Roland Garros o Wimbledon, creo que eso queda mucho más", adelantó.
Saavedra finalizó explicando que no sabe con excatitud qué torneo jugará el próximo año. "Voy a empezar 13 o 14 en el ranking de juniors y ahí veremos lo que pueda avanzar, lo importante es que aprenda y juegue cada día mejor".
Marcos Colignon está a cargo de guiar la carrera de la joven promesa. Por ahora, asegura que "está bien encaminado, es un chico que ha entrenado con Fernando González y con Nicolás Massú y los dos han hecho muy buenos comentarios de Cristóbal".
Respecto de sus características de juego, Colignon lo describe como "regular, parejo de derecho y revés. En un día normal, falla bastante poco, a veces comete errores con su drive porque trata de atacar por ahí".
Lo que más conforme deja a Colignon por ahora, es la respuesta de Saavedra en sus incursiones con los profesionales. "En agosto, aprovechando algunos contactos de la academia, le recomendamos que fuera a jugar un Futuro a Perú. Cristóbal no sólo pasó la qualy, sino que llegó a cuartos de final. Esa es una señal muy potente que está mandando", sentenció el coach.
Cristóbal Saavedra es de otra generación, pero tiene la suerte de haber alcanzado a ver en acción a Marcelo Ríos, Fernando González y Nicolás Massú, tres integrantes de la elite del tenis chileno.
Y aunque aclara que no tiene ídolos, también se atrave a decir que "el Chino tenía el talento que no ha tenido nunca nadie, por eso era un agrado verlo jugar. Aunque los tres que me nombraste tienen fortalezas, cosas que mirar".
Respecto de las ocasiones en que ha compartido entrenamiento con González y Massú, Cristóbal Saavedra dice que "son un siete. Siempre me han tratado muy bien, me han dado algunos consejos, así que sólo tengo buenas palabras para ellos".
