SHANGHAI.- Las semifinales del Masters de Shanghai ya tienen dueño con el último invitado, el suizo Roger Federer, en plan maestro tras demoler al estadounidense Andy Roddick, para preparar su duelo en esa ronda con el español Rafael Nadal.
Federer infligió a Roddick un duro castigo en 61 minutos por 6-4 y 6-1, y será el rival de Nadal, mientras que el americano, que acabó segundo del grupo Rojo, se medirá con el también español David Ferrer en busca de la final.
Así las semifinales de Shanghai serán una repetición de la final del Masters Series de Hamburgo, y de los Grand Slam de Roland Garros y Wimbledon este año, respecto al duelo Nadal-Federer que domina el español por 8-5. Mientras, Roddick y Ferrer se enfrentarán por primera vez en una ronda como esta, y servirá para deshacer su empate 2-2.
Federer avisó en su momento que estaba todavía vivo al ganar su partido contra el ruso Nikolay Davydenko, y hoy el ruso le metió de rebote en esa ronda al vencer al chileno Fernando González. Con esa tranquilidad y la experiencia de sus tres títulos ganados en la Copa Masters, el suizo fue un rival inabordable para el de Nebraska que llegaba eufórico después de sus actuaciones contra Nikolay y Fernando.
Contumaz con su saque, más rápido que en sus anteriores encuentros esta semana, y con una decisión al ataque que destrozó los planes de Roddick, el de Basilea se hizo dueño del partido desde el primer momento, y acabó a lo grande endosando al estadounidense la décimo quinta derrota en 16 encuentros, y la tercera este año, después de las semifinales del Abierto de Australia y los cuartos del Abierto de Estados Unidos.
Toda la ilusión del americano por vencer a Federer, ante el que dispuso de tres bolas de partido el año pasado en la primera fase de este mismo torneo, se hicieron añicos. El suizo dominó con autoridad, sin conceder ni una sola oportunidad de ruptura a Roddick, que además cedió cinco juegos consecutivos ante el empuje del número uno del mundo, más motivado que nunca.
Federer quebró el saque de su rival en tres ocasiones, una en el primer set y dos en el segundo, pero su auténtico festival se dio en el último parcial donde sólo cometió tres errores no forzados. El suizo liquidó el partido con dos saques directos en el último juego, y un total de siete. Pero con lo que demolió a su rival fue con sus golpes ganadores, un total de 33.