SANTIAGO.- Todos los veranos hay una transferencia que se convierte en el foco de interés de los medios y los hinchas. Un traspaso con incetidumbre, largo, con acercamientos y distancias. Este año, la partida de Humberto Suazo desde el Monterrey mexicano al Independiente argentino es la que se está robando la película.
Resulta que las negociaciones comenzaron hace ya un mes, facilitadas por la escasa adaptación de Suazo al club mexicano que lo adquirió en cinco millones de dólares a Colo Colo a fines del primer semestre de 2007.
Pedro Troglio, nuevo entrenador de Independiente de Avellaneda, había sufrido en carne propia al terrible goleador sanantonino en la Copa Libertadores de este año, cuando dirigía a Gimnasia y Esgrima de La Plata. Por eso lo pidió como prioridad. Y los dirigentes rojos, se declararon dispuestos a pagar 4,5 millones de dólares a los mexicanos por la carta del chileno.
¿Dónde se entrampó la negociación? En que Colo Colo aún es dueño de un porcentaje del pase del artillero chileno y exige una cifra cercana al millón de dólares por su parte en la operación. Los mexicanos no se bajarán de los 4,5 millones y los argentinos no subirán la puntería a 5,5 millones. La pregunta entonces es quién cede en esta historia.
Por de pronto, los rayados de Monterrey utilizarán a Suazo en el torneo Interligas que se juega en Estados Unidos. Y esperan una oficialización de la oferta de Independiente para sellar el traspaso o dejar a Suazo definitivamente en Monterrey, como dijo en las últimas horas el vicepresidente del cuadro azteca, Luis Miguel Salvador.