Nicolás Medina fue gran figura en el mundial Sub 20 de Canadá, pero en España aún sigue en deuda.
César Silva, La Segunda
PAMPLONA.- El delantero chileno Nicolás Medina, que triunfó en la obtención de la medalla de bronce en el mundial Sub 20 de Canadá, no lo está pasando nada de bien en su club el Eibar de la segunda división del fútbol español.
Según el atacante, quien fue cedido a préstamo por el Osasuna, comentó este miércoles que su situación es "complicada" ante la falta de minutos, pero dijo que debe asumirla con "paciencia".
"No me van muy bien las cosas, pero hay que tener paciencia como en todo lo que va de año y a seguir trabajando. Si al final el trabajo no me da para tener la oportunidad en Eibar me va a servir para llegar bien preparado a Osasuna", manifestó el jugador nacido en Universidad de Chile
El ariete nacional asume su falta de minutos, aunque que no se resigna y que de todo esto extraerá conclusiones positivas.
"Explicaciones no debe haber muchas en todo caso. Sé que tengo que seguir trabajando, entrenar bien y el mister tendrá que ver si estoy capacitado para entrar en el equipo", comentó.
"No creo que el técnico deba darme muchas explicaciones, yo no se las pido, él tendrá sus razones y el verá el momento en el que deba jugar. Nunca voy a resignarme a estar en la banca o a no estar convocado. Siempre quiero jugar y ser un aporte al equipo y es lo que estoy buscando. Si no lo encuentro en Eibar, lo que me queda es tener paciencia y seguir trabajando", apuntó Medina de 20 años.
Sobre su primera temporada en Europa, dijo que "ha sido complicado. Me sentí bien en la pretemporada en Osasuna y después al ir a préstamo no se me han dado muy bien las cosas, pero no creo que sea algo negativo. De todo se aprende y estoy sacando todo lo positivo".
De su futuro, reconoció que el no jugar en el Eibar le puede complicar integrarse la próxima campaña en Osasuna, aunque destacó que todo depende de él y de lo que demuestre a los técnicos osasunistas la próxima pretemporada.
Nicolás Medina fue fichado por Osasuna el pasado verano para cuatro temporadas tras pagar 400.000 euros (más de $280 millones) a Universidad de Chile, pero el club navarro optó por cederlo al Eibar por su inexperiencia en la Liga española.