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Sí, existe: tiene 17 años, lleva 800 goles y eclipsó a Ronaldinho

Bojan Krkic es el último proyecto de crack del Barcelona. Hijo de padre serbio y madre española, promete tanto talento como el que ya destila Lionel Messi.

27 de Marzo de 2008 | 15:29 | Iván Martinic C., El Mercurio Online

SANTIAGO.- De lejos se parece a Lionel Messi, pero de cerca parece ser más que "La Pulga" argentina. Bojan Krkic Pérez tiene apenas 17 años y todos los días sus padres lo van a dejar al colegio porque no puede andar solo. Cada fin de semana, sin embargo, al entrar a una cancha de fútbol, se convierte en un "asesino" capaz de someter a cualquier arquero que se interponga entre él y el gol.


El domingo, sin ir más lejos, anotó su primer doblete en la Liga de las Estrellas: marcó dos tantos en la goleada 4-1 de Barcelona ante Valladolid, que les permitió a los catalanes seguir a la caza del Real Madrid y mantener a raya al amenazante Villarreal de Manuel Pellegrini.


Y 48 horas después, lideró con un gol de antología a la selección Sub 21 de España que derrotó 5-0 a su similar de Kazajistán por la Copa de Europa de la categoría.


Entró por Ronaldinho


Bojan, como lo llaman en España, es ahora titular en el Barcelona en desmedro de Ronaldinho, quien, lesionado, lleva un mes sin entrenar con sus compañeros. Y respaldado por el técnico Rijkaard, "El Criu" ha respondido con creces, devolviendo la esperanza a los hinchas del Camp Nou que ven con espanto cómo sus archirrivales del Real Madrid pueden ganar una nueva Liga.


Nacido en España el 28 de agosto de 1990, Krkic es dueño de una carrera que impresiona tanto por sus números como por la velocidad de su progreso. Su padre homónimo, un ex futbolista serbio que llegó a la segunda división española en 1988, se radicó en Lleida al enamorarse de la española María Luisa Pérez. A mediados de los 90 se convirtió en ojeador del Barcelona y no tuvo problemas para recomendar a su propio vástago.


"El Bojan petit", como le dice su madre, ingresó en 1999 a las inferiores blaugranas, con apenas nueve años, y de ahí en adelante masacró las estadísticas en todas las divisiones en que jugó. Fue "benjamín", "alevín", "infantil", "cadete" y "juvenil" anotando más de ¡800 goles! Sólo en su primer año de "benjamín", según los registros del club, anotó 228 tantos.


Su madre María Luisa Pérez manejó 140 km diarios dos veces por semana durante dos años desde Lleida para llevar a su pequeño Bojan a los entrenamientos en el Camp Nou.


Su progresión fue tan veloz que entre 2006 y 2007 pasó del equipo juvenil al Barcelona B y de ahí al primer equipo. Debutó oficialmente el 16 de septiembre de 2007 en una visita ante el Osasuna, con tal desparpajo que se atrevió a dibujar una jugada fantástica: picó en diagonal hacia la portería rival y cuando el arquero le cerraba el ángulo, hizo una fantasía trancando el balón entre el taco de su pie derecho y el empeine del izquierdo para levantarlo por sobre sí mismo y el portero.


No fue gol, pero hasta Ronaldinho, desde la banca, movió su cabeza en gesto que habló por sí mismo: "Es imposible".


Luego de anotar su primer gol ante el Villarreal de Pellegrini el 14 de noviembre de 2007, Bojan suma 7 tantos en 23 partidos jugados en la Liga 2007-2008 y está a sólo dos goles de la marca que estableció un también adolescente Raúl cuando en la temporada 1994-1995 debutó, también con 17 años, por un Real Madrid que por entonces lideraba Iván Zamorano.


Convertido ya en el más precoz jugador del Barcelona que haya jugado la Champions League, Krkic despertó rápidamente el apetito del técnico de la selección de España, Luis Aragonés, quien intentó hacer debutar al prodigio en un amistoso ante Francia el 6 de febrero. Lo convocó y lo hizo entrenar con la escuadra de Casillas, el “Niño” Torres y David Villa, pero un mareo le impidió entrar a la cancha frente a los galos.


Mientras, Bojan disfruta de su prometedora irrupción en el primer mundo del fútbol. Su ídolo es Thierry Henry, pero cuando lo conoció en los entrenamientos del Barcelona no se atrevió a pedirle un autógrafo. Ahora podría dejarlo en la banca.

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