SINGAPUR.- El Comité Olímpico Internacional (COI) reiteró hoy que no se arrepiente de haber elegido a Beijing como sede de los Juegos Olímpicos, al referirse a la situación en Tibet que obligó, además, a una aclaración oficial del gobierno francés relacionada con la ceremonia de apertura.
"Dije en más de una ocasión que el COI considera sabia la atribución de la organización de estos Juegos a Pekín y no estamos arrepentidos de haberlo hecho", afirmó hoy el titular de la entidad, el dirigente belga Jacque Rogge, consultado al respecto en Singapur.
"Beijing presentó un excelente proyecto, probablemente el mejor de todos y creo que estos Juegos tendrán la calidad esperada", agregó Rogge, consultado sobre las críticas al gobierno de Beijing por cuestiones relacionadas con el respeto de los derechos humanos en ese país.
Respecto de esas críticas, Rogge señaló que "no existe indicación alguna de parte de los gobiernos respecto de un eventual boicot a los Juegos. Sí se habla de protestas que coincidirían con la ceremonia inaugural, pero no se informó cuáles serán".
"La decisión de participar o no en la ceremonia de apertura de los Juegos corresponde a los jefes de gobierno y no es un tema en el que el COI debería intervenir. Estamos a favor de la libertad de expresión, siempre que sea pacífica y mesurada", agregó el dirigente.
"Preferiríamos que no hubiesen manifestaciones, pero si son necesarias y bajo esas condiciones mencionadas, las respetaremos", completó Rogge, quien prefirió poner punto final así a las polémicas y hablar específicamente de la organización de los Juegos.
"Estamos sorprendidos por el avance en las obras. A cuatro meses del inicio, nos sentimos satisfechos por lo que viene realizando el Comité Organizador de los Juegos. Hay detalles que ajustar, pero tenemos tiempo suficiente para hacerlo", explicó.
La Asociación de Comités Olímpicos Nacionales, reunida en Beijing, reiteró hoy que los atletas que participen en los Juegos "tendrán absoluta libertad para expresarse, dentro de los límites impuestos por la Carta Olímpica y respetando al país organizador".
El tema de los derechos humanos en China y la represión del gobierno chino en Tibet generó hoy una nueva controversia, en este caso relacionada con la presencia del presidente francés, Nicolas Sarkozy, en la ceremonia de apertura de los Juegos.
"Francia no pondrá condición alguna a China" para garantizar la presencia de Sarkozy, afirmó esta tarde Bernard Kouchner, ministro de Relaciones Exteriores de Francia, en declaraciones televisivas y frente a versiones que indicaban lo contrario.
La participación del presidente francés en la ceremonia inaugural de los Juegos de Beijing" se decidirá en función de la evolución de los acontecimientos (en Tibet). Por ahora todo es posible. La decisión definitiva aún no fue adoptada", agregó Kouchner.
La aclaración fue necesaria en virtud de declaraciones de la secretaria de Estado francesa para los Derechos Humanos, Rama Yade, quien luego desmintió haber condicionado la presencia de Sarkozy en una entrevista que había concedido al diario Le Monde.
"Existen tres condiciones indispensables para que Sarkozy participe en la ceremonia inaugural de los Juegos: el final de la violencia contra la población del Tibet, la liberación de los prisioneros políticos y la apertura de una investigación de lo sucedido en Tibet y de un diálogo con el Dalai Lama", dijo Yade.
"Nunca usé el término condiciones en la entrevista con Le Monde. Desde que se inició la crisis en el Tibet siempre estuve atenta de expresar la posición francesa de modo claro y preciso", dijo en cambio horas después.