MADRID.- "Hasta que el cuerpo aguante". Esa fue la frase que pronunció el tenista español Félix Mantilla cuando regresó a las canchas y se le preguntó hasta cuándo jugaría. Bueno, el momento llegó.
Mantilla, que llegó a ser número diez del mundo, anunció su retiro de la competición un año después de haber regresado al circuito profesional tras superar un cáncer de piel.
A finales de 2005, el barcelonés tuvo que visitar un médico para una lesión de muñeca. Entonces le analizaron un lunar de la espalda y le diagnosticaron un melanoma, que le tuvo 19 meses apartado de las canchas de tenis.
La primavera pasada Mantilla, de 33 años, volvió a los circuitos en el challenger de Monza (Italia) y después vivió grandes emociones en el Cond de Godó, donde se retiró en segunda ronda. Disputó otros tres challengers, siendo finalista en Reggio Emilia, y otros dos torneos ATP (Amersfoort y Umag).
Mantilla ganó 10 títulos en su carrera, todos sobre tierra batida, viviendo su mejor momento al vencer en la final del Masters Series de Roma de 2003 al suizo Roger Federer. En 1997 ganó cinco títulos y disputó seis finales, sumando 42 triunfos sobre arcilla roja. Un año más tarde, llegó al número 10 del ranking tras disputar las semifinales en Roland Garros, ante su compatriota Carlos Moyá, posterior campeón.