SANTOS.- América de México avanzó este jueves a las semifinales de la Copa Libertadores de América 2008 pese a caer 1-0 ante Santos de Brasil, en partido de vuelta de los cuartos de final disputado en el puerto paulista de Santos.
El gol fue anotado por Kléber Boas a los 60 minutos, pero no alcanzó para revertir la ventaja con que llegaron las 'Aguilas' por haber vencido 2-0 en el juego de ida en el estadio Azteca.
América se las verá en semifinales con Liga Deportiva Universitaria de Quito, que en esta misma jornada derrotó 5-3 en la definición por penales al argentino San Lorenzo tras empatar 1-1 en los 90 minutos, en partido disputado en la capital ecuatoriana.
Urgido por revertir los dos goles sufridos en México, Santos salió a presionar a su adversario y a los 9 estuvo a punto de abrir el marcador.
El colombiano Mauricio Molina sacó un balazo desde afuera del área que el arquero mexicano Guillermo Ochoa desvió volando al ángulo superior derecho.
Rodrigo Souto tomó el rebote y envió el balón hacia Kléber que no llegó a tiempo para empujarlo a la red.
La obsesión de Santos fue el artillero paraguayo Salvador Cabañas, autor de los dos goles en el juego de ida. Cabañas se movió por todo el frente de ataque para intentar desprenderse de Marcelo, que le respiraba en la nunca y seguía todos y cada uno de sus movimientos.
Santos lo tuvo
Los santistas arrinconaron a su rival y atacaban sin pausa por las bandas y con disparos desde afuera del área. El arquero Ochoa se batió como gato entre la leña para contener los misiles que disparaban los santistas, especialmente Kléber Boas y Molina, cada vez que llegaban a la media luna mexicana.
Serenos y con el reloj a favor los mexicanos no se apartaron del libreto de defenderse. Tres zagueros y cinco volantes, que raramente cruzaban los tres cuartos de la cancha, defendieron con uñas y dientes la ventaja sacada en el juego de ida.
Algun pelotazo a sus únicos delanteros, Esqueda y Cabañas, no llevaron peligro alguno a la valla brasileña.
A los 53, los santistas reclamaron penal cuando Wesley, en posición de gol, cayó al ser marcado por Carlos Sánchez. Sin embargo el árbitro uruguayo Jorge Larrionda desestimó las protestas.
Enseguida, Wesley se lo volvió a perder; esta vez al atacar por la izquierda y eludir a Ochoa pero su remate sesgado salió demasiado alto y se fue afuera. A los 60 Santos empezó a soñar.
El ecuatoriano Michael Jackson Quiñonez sustituyó a Fabao y en la primera pelota que tocó corrió por la derecha y tiró un centro que Kléber Boas envió a la red entrando por el segundo palo.
A partir del gol, el partido, hasta entonces con pocas faltas, se deslució. Mexicanos y brasileños endurecieron las marcas y menudearon las caídas y empujones que llevaron a Larrionda a amonestar a Cabañas y Domínguez a los 70 tras la discusión de una falta cometida por el santista Marcelo.
En los últimos 10 minutos, Santos arreció en busca del segundo gol que, al menos, forzara la decisión por penales. Empero, las manos de Ochoa y la solvencia y elegancia del zaguero argentino Sebastián Domínguez, sepultaron las esperanzas brasileñas.