LA PAZ.- La selección boliviana retomó hoy, a puerta cerrada y tras la derrota del domingo ante Chile (0-2), sus entrenamientos para recibir el miércoles a Paraguay en la sexta jornada de las eliminatorias sudamericanas del Mundial de Sudáfrica 2010.
"Esa es la decisión del entrenador", dijo una fuente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), sin entrar en mayores consideraciones, y dejó en duda si el martes el seleccionador, Erwin 'Platiní' Sánchez, permitirá la cobertura periodística.
Aparentemente, el entrenador está molesto con los medios de comunicación por la evaluación del desempeño del equipo boliviano en el compromiso ante Chile, que fue calificado de "frágil y desordenado".
Tras el partido contra los chilenos, el entrenador de Bolivia se retiró del estadio Hernando Siles en medio de abucheos de los aficionados, que pedían su renuncia a gritos.
Sánchez anticipó el domingo, en la conferencia de prensa tras la derrota, "algunas variantes" en el equipo titular preocupado sobre todo por la ineficacia ofensiva.
En esa dirección, el timonel boliviano trabajará tranquilo porque el último reporte médico ha confirmado que no hay jugadores lesionados.
"Tenemos algunos jugadores golpeados, pero nada serio", informó el médico de la selección boliviana, Roberto Ferreira, aunque afirmó que el más afectado fue el centrocampista Jhasmany Campos.
Ferreira reconoció que el estado de ánimo de los futbolistas no es de los mejores por la derrota, pero dijo que el cuerpo técnico está trabajando en ese tema, por lo que justificó la práctica a puerta cerrada y en la intimidad.
Bolivia recibirá a Paraguay el miércoles más necesitado que nunca de sumar unidades para salir del último puesto de la clasificación en las eliminatorias, en las que suma un punto en cinco partidos.
