VIENA.- "Hay algo especial en ellos", reconoció el seleccionador croata Slaven Bilic. En tres de sus cuatros partidos de la Eurocopa, la selección turca dio vuelta el resultado en el último suspiro y jugará las semifinales del certamen continental por primera vez en la historia, el miércoles en Basilea, ante Alemania.
"No es ningún milagro, sino el resultado del trabajo duro que venimos haciendo en los dos últimos años y de la filosofía de nuestro entrenador. Nunca nos damos por vencidos y luchamos hasta el silbato final del árbitro", señaló Hamit Altintop tras la "gesta de Viena", la victoria por 3-1 sobre Croacia en definición por penales.
En su debut en Austria/Suiza 2008 Turquía fue superado claramente por Portugal por 2-0, pero en la segunda jornada del Grupo A amargó a los anfitriones suizos -y los eliminó- con un 2-1 fruto de una remontada que Arda Turan coronó con un golazo en tiempo de descuento.
Cuatro días después, y cuando República Checa con un 2-0 a favor parecía tener el partido y la clasificación a cuartos en sus manos, una ráfaga turca, incluido un doblete del capitán Nihat Kahveci en apenas tres minutos, entre los 87’ y 89’, derivó en un 3-2 que cambió nombre del dueño del pasaporte.
Especialista en devastar contrarios en las agonías, la noche del viernes no fue la excepción: Turquía casi no llego al arco croata en los 90 minutos, se acercó algo en la primera mitad de la prórroga y recibió un mazazo -un cabezazo- de Ivan Klasnic faltando un minuto, que se interpretó como terminal. Sin embargo, en los últimos segundos, en la bola del final, Semih Senturk sacó un balazo de la nada que se coló en el ángulo del arco croata y forzó los penales. Allí, otra vez, los turcos mostraron que tienen los nervios bien templados.
¿Es sólo una cuestión de suerte? "La suerte es algo que forma parte del fútbol, pero nuestras fortalezas son las emociones y la pasión, a las que le damos mucho espacio sobre el campo de juego. En el plantel reina un gran ambiente: nos respetamos y somos abiertos y honestos unos con otros", apunta Hamit Altintop, jugador del Bayern Múnich que el miércoles tendrá como rivales a varios de sus compañeros en el club bávaro.
Consultado sobre cómo ve las chances turcas de llegar a la finalísima de Viena, el polifuncional Altintop señaló: "Lo importante es que sigamos creyendo en nosotros. No veo ningún motivo para ponernos nerviosos, sea quien sea el rival".
Precisamente, si hay algo que han mostrado los muchachos de Fatih Terim hasta el momento en la Eurocopa es tener unos nervios de acero y una autoestima bien puesta, para no darse por vencidos ni aun vencidos, una característica que históricamente ha servido para describir también a las selecciones alemanas.
Para fortuna de Joachim Lw y sus hombres, los turcos llegarán al duelo de Basilea muy diezmados, con cuatro jugadores suspendidos y varios otros lesionados, además de la merma física por el interminable partido ante Croacia y el desgaste del choque en un campo anegado ante Suiza.
Pero, claro, nadie puede asegurar que los reemplazantes, como por ejemplo el sustituto Semith ante los croatas, no sean capaces de sacar nuevos conejos de la galera. De seguro, cuanto menos, a falta de fútbol, les sobrará corazón y coraje.
