MOSCÚ.- Toda Rusia vive hoy en un estado de éxtasis por el pase a las semifinales de la Eurocopa de su selección. Desde Kaliningrado a Kamchatka, en el lejano oriente, hubo fuegos artificiales, conciertos con las bocinas de los coches y cánticos patrioticos por el "heroico triunfo" ante Holanda.
Los comentaristas elogian al equipo ruso por la "victoria histórica". Sólo en Moscú medio millón de personas se lanzaron a la calle para festejar hasta bien entrada la madrugada, según los datos de la policía. Bailaron encima de los coches y descorcharon botellas de champagne.
Las banderas rusas ondearon toda la noche y cubrieron incluso los principales monumentos de la ciudad. "La alegría fue tan grande que la atmósfera fue amistosa, sin mayores disturbios", dijo satisfecho el portavoz de la policía de Moscú, Viktor Biriukov.
Las principales calles de las metrópolis de Moscú y San Petersburgo se convirtieron en zonas para peatones. Los conductores no tuvieron más remedio que salir de sus autos y celebrar con los hinchas. La televisión estatal mostró cómo a lo largo de todo el inmenso país se repetían las imágenes de júbilo. Incluso en la vecina pero distanciada Georgia se pudieron ver imágenes de la alegría por el triunfo ruso.
Ni las oficinas de apuestas ni los expertos en el equipo nacional ni siquiera su técnico, el holandés Guus Hiddink, esperaban un éxito semejante. Rusia estaba por primera vez desde el desplome de la Unión Soviética en unos cuartos de final. Y ahora ya está en semifinales.
Pocas horas antes del partido, el nuevo presidente ruso, Dimitri Medvedev, se mostraba comedido en un encuentro con estudiantes en San Petersburgo, porque decía estar ya satisfecho por el hecho de haber llegado a cuartos de final.
Pero tras el triunfo por 3-1 en Basilea ante Holanda, el jefe de Estado se rindió al equipo de su país: "Fue un encuentro extraordinario y una victoria convincente".
Hiddink y sus hombres ya son héroes nacionales, y el país ya espera una serie de éxitos sin precedentes en el deporte gracias a las inyecciones económicas de los grandes oligarcas.
Como campeón de la Copa de la UEFA con el Zenit de San Petersburo, campeón del mundo de hockey hielo, organizador de los Juegos Olímpicos de invierno de 2014 en Sochi y ganador del último concurso de la canción Eurovisión, todo el mundo mira ahora a Rusia. Y la palabra la tiene su selección de fútbol.
El presidente del Parlamento, Boris Gryslow, dedicó ya un himno a los futbolistas y lo publicó en un CD. En él se pueden escuchar frases como: "Adelante, Rusia. Es nuestro momento. Adelante, Rusia. Nos espera la consagración del triunfo".