ROMA.- El montañista italiano Marco Confortola, que quedó atrapado el pasado viernes por una avalancha en la montaña del K2, en Pakistán, se mostró hoy “realmente contento” de haber llegado finalmente al campo base, a unos 4.900 metros de altitud, y de haber salvado su vida.
Una avalancha de nieve que tuvo lugar el pasado viernes por el desprendimiento de un bloque de hielo ha acabado ya con la vida de once montañistas, pertenecientes a distintas expediciones, según las últimas informaciones difundidas por las autoridades pakistaníes y chinas.
Confortola, que alcanzó la cumbre de la segunda montaña más alta del mundo (8.611 metros) justo antes de que se produjese la avalancha, llegó al campo base por sus propios medios, ya que el mal tiempo impidió que fuera rescatado por un helicóptero, según un comunicado de la asociación de montaña italiana Ev-K2-CNR.
"Acabo de llegar al campo base. Ahora me doy cuenta de verdad de que han muerto todos, sólo nos hemos salvado tres”, dijo Confortola por teléfono al presidente de Ev-K2-CNR, Agostino Da Polenza, en referencia a la muerte de la mayoría de los miembros de su expedición.
Confortola señaló que su mayor deseo era poder quitarse las botas, ya que tiene los dedos de los pies congelados y sentía un fortísimo dolor.
En declaraciones al canal de televisión SkyTG 24, el montañero aseguró que había salvado la vida gracias a su experiencia y contó cómo había oído un “gran estruendo” antes de que comenzara la avalancha.
Otro de los alpinistas que se han salvado fue un miembro de la expedición española K2-Broadpeak, Alberto Zerain, que hizo cumbre en el K2 y pudo descender poco antes del accidente.