Lo que dejaron los espectaculares Juegos Olímpicos en Beijing

SANTIAGO.- En Beijing se rompieron récords por doquier. El estadounidense Michael Phelps superó todas las marcas en natación, Usain Bolt batió los récords de velocidad y Yelena Isinbayeva, otra vez, mejoró su propia marca en salto con garrocha. En total 36 fueron los récords mundiales superados (25 de ellos en natación) con los tres ya reseñados como emblemas.

También la vara subió respecto al espectáculo. La ceremonia inaugural fue pomposa, más allá de la niña que no cantaba y de ciertos trucos; por lo demás, propios del cine, mundo del creador de cada movimiento de aquel 8 del 8 del año 08 a las 8 horas con 8 minutos y 8 segundos, Zhang Yimou.

Se superó también el número de participantes, con 205 países en competencia, más que nunca en los JJ.OO. y más que los Estados Miembros de la ONU (192). En total, 10.694 atletas.

De entrada los chinos quisieron mostrar al mundo (y a occidente) que lo suyo es creciente, desde todo punto de vista. El país más poblado de la tierra y una potencia cada vez más potente, dejó en claro desde el día uno que sus Juegos serían recordados por siempre.

Mientras uno de sus mejores atletas en la historia (el ex gimnasta Li Ning, ganador de seis medallas en Los Ángeles 84), subía con la llama olímpica para dar el vamos oficial al evento, el basquetbolista Yao Ming encabezaba al grupo que rompería, claro, otro récord: la delegación más numerosa en la historia de los Juegos, con 640 deportistas.

Y el objetivo era, cómo no, ganar en el medallero, tal como ocurrió con las, en definitiva, 51 medallas de oro (100 en total), frente a las 36 estadounidenses (110 en la suma), la gran potencia que quedó en el segundo puesto (en el deporte).

Todo debía crecer en China -la inauguración subió sus costos 2,5 veces respecto a Atenas 2004- y todo subió, del primer día a la Clausura, donde nadie dejó de aplaudir, incluso los 6 deportistas chilenos que estuvieron el 24 de agosto en "El Nido", lejos de los 27 que habían llegado, con ilusiones, al inicio de los 29° Juegos Olímpicos de la era moderna.

La experiencia chilena

Desde 1936 que Chile ha dicho presente en la máxima cita deportiva del planeta, salvo en los JJ.OO. de Moscú en 1980, donde las autoridades de la época se sumaron al boicot anti soviético.

A Beijing llegaron 27 competidores, con 75 acompañantes, desde técnicos a administrativos del Comité Olímpico Chileno.

Once de aquellos 27 chilenos ya habían participado en algunos JJ.OO. Con varios de ellos iba la primera oleada del Plan ADO, la estructura que ayudaría a mejorar las 12 medallas nacionales de la historia.

Y se llegó a la número 13, y de plata, pero en tenis. El resto de los deportistas no cumplió las metas (sus propias metas) y análisis y comentarios sobran.