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Prensa trasandina fustiga a Borghi: "En Chile era Gardel y en Argentina pensó que también"

El renunciado DT de Independiente duró cinco meses al otro lado de la cordillera; los medios lo compararon con La Volpe y le enrostraron "su extraña metodología de trabajo".

06 de Octubre de 2008 | 08:42 | El Mercurio Online
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Borghi se venía ''despidiendo'' de su equipo desde hace rato.

Álex Moreno, El Mercurio

SANTIAGO.- "Muerto el perro, se acabó la rabia", dijo Claudio Borghi cuando se fue de Independiente de Avellaneda este domingo, tras cinco meses de trabajo. (Dicho sea de paso, misma frase de Xavier Azkargorta cuando dejó la selección chilena en 1996).


Tras lograr cuatro títulos en Colo Colo, el DT trasandino dijo que no iba a dirigir por algún tiempo, pero no espero nada y racaló en el equipo bonaerense. Esta semana vuelve a Chile y tras su fracaso en Independiente la prensa trasandina no tuvo piedad con el "Bichi".


"Independiente lejos está de ser el que todos soñaban a comienzos del Apertura, apenas unos meses atrás", apuntó La Razón, mientras el diario deportivo Olé dedicó varios párrafos a la salida del DT.


"En el tiempo que pasó en Independiente el hombre se fue desencantando de a poco con lo que iba viviendo. El país, la vida actual, los medios y hasta el fútbol. Un ejemplo, su constante enojo ante la ausencia de los alcanzapelotas cuando jugaba de visitante. Todo lo que él había conocido había cambiado", señaló.


"En una de sus primeras conferencias hizo hincapié en cómo el argentino se acostumbró a vivir enrejado; luego se empezó a pelear con algunos medios; comenzó él mismo a ponerse plazos, como cuando dijo que no traía a su familia de Chile porque en diciembre no sabía si iba a seguir en el club", insistieron.


"Su extraña metodología de trabajo; la rara pretemporada; no hacer prácticas de fútbol ni pelota parada; la cuestión acá es que el Bichi en Chile era Gardel y en Argentina pensó que también", remató uno de los periódicos deportivos más populares de la capital trasandina.


"Borghi recorrió con ironía y salidas pícaras los abismos de la inestabilidad hasta que encarnó de forma asombrosa las contradicciones del fútbol. Ofreció un discurso inflamado de teoría ofensiva y sin dramatismos como garantía de triunfo y de buen juego. Sin embargo, Independiente no sólo que no ganaba y aburría, sino que de a poco el propio DT condicionó su permanencia en el cargo", escribió La Nación.


"Borghi habló tanto que terminó preso de sus propias palabras y confusiones, como le sucedió a Ricardo La Volpe en Boca, en 2006, cuando duró apenas 88 días en el cargo y perdió el torneo Apertura en un desenlace insólito", sentenciaron en La Nación.