Bielsa abraza a Pekerman en Quito. El hoy DT de Chile festejó la clasificación.
ole.com.arSANTIAGO.- El miércoles 15 de agosto de 2001 Marcelo Bielsa celebró a destajo por primera vez desde que había asumido la selección argentina. Es que su equipo venció 2-0 a Ecuador en Quito y consiguió los tres puntos necesarios para firmar la clasificación al Mundial de Corea-Japón 2002, a falta de cuatro fechas para el final de las eliminatorias.
Los goles de Juan Sebastián Verón y Hernán Crespo le dieron ese relajo al hoy DT de la selección chilena, luego de una campaña casi perfecta: Argentina sumó su 11° triunfo, acompañado de sólo dos empates y una derrota. En total 35 puntos que lo dejaron a nueve del segundo, Paraguay, agregando 35 goles y sólo 11 en contra.
La previa había estado marcada por la eterna duda de los trasandinos a la altura. Pero fiel a su costumbre, Bielsa no especuló con los 2.850 metros de la capital ecuatoriana. Sólo preparó a su equipo con un método distinto al de esta pasada. Dispuso que su equipo viajara a Quito sólo tres horas antes del partido.
La normalidad del "Loco"
Igual que acá. Todos en Argentina hablaban de la forma de trabajo de Marcelo Bielsa Caldera. Sus laboratorios, sus métodos de concentración, su disciplina intransable. No hablaba mucho con la prensa y escondía sus alegrías.
Hasta el pitazo final del árbitro italiano Stefano Braschi en el Estadio Olimpico Atahualpa. Primero lo abrazó su jefe, José Pekerman, director general de las selecciones argentinas. Y allí apareció el Bielsa íntimo, por primera vez para los trasandinos hecho público.
Y aunque no se unió a la ronda de festejos de sus pupilos al centro del campo, sí saludó a algunos suplentes que estaban cerca de él, como Mauricio Pochettino y Roberto Sensini.
Su felicidad la reflejó con una sonrisa que lo llevó a los camarines, tras conseguir el objetivo. Toda la normalidad hasta su encuentro con los medios, en la rueda de prensa, donde volvió el Bielsa serio, escueto y con una labia particular: "Tengo un sentimiento de alegría", dijo.
"Más allá de las indiscutidas condiciones técnicas de cada uno, rescato el espíritu amateur que demostraron todos, que fue muy importante en estas eliminatorias", apuntó, al tiempo que no perdió la compostura: "Los últimos cuatro compromisos de las eliminatorias los vamos a encarar con la misma propuesta con la que llegamos hasta acá".