SANTIAGO.- El británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) puede dar este fin de semana un paso de gigante para adjudicarse el campeonato del mundo de Fórmula Uno, en el caso de que lograra repetir su victoria del pasado año en el Gran Premio de Japón.
Hamilton cuenta en los momentos actuales con el coche más competitivo y seguramente con el motor más potente, lo que sin duda le será de una gran ayuda en la recta del circuito del Monte Fuji, la mas larga del mundial con algo mas de kilómetro y medio.
Los siete puntos de ventaja que cuenta sobre el brasileño Felipe Massa, prácticamente su único rival para el título, aunque matemáticamente aun tiene mínimas posibilidades el polaco Robert Kubica (BMW a 20 puntos del líder Hamilton), hace que este afronte con una gran tranquilidad este Gran Premio en el que se impuso hace un año bajo un tremendo diluvio.
El año pasado el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) ganó el campeonato del mundo por los errores del equipo y los pilotos de McLaren-Mercedes, mientras que este año la situación es inversa.
Con Raikkonen sin posibilidades de renovar el título, Ferrari apostará todo por Massa y para esta carrera el cambio mas significativo será la vuelta a "la piruleta" en las paradas para repostar, al considerar poco fiable el semáforo que debía ponerse verde cuando el mecánico sacaba la manguera de la gasolina, algo que no ocurrió en Singapur y provocó que el brasileño se quedara sin puntuar.
El Gran Premio de JaPón representa de nuevo en la temporada una difícil papeleta para Fernando Alonso (Renault), tras su victoria en la carrera nocturna de Singapur.
Auque el ánimo del equipo Renault está por las nuevas tras el triunfo de hace diez días, Fernando Alonso reconoce que Japón representa volver a la realidad, porque el circuito de Fuji tiene la recta mas larga del mundial y ahí la falta de potencia de su motor Renault se va a notar mucho.
Para ser medianamente competitivo en la recta deberá descargar la aerodinámica del coche y eso le penalizará en el resto del circuito con curvas amplias en la primera parte y muy cerradas en la final.
La lluvia, que cayó a raudales el pasado año, en esta ocasión solo está prevista para el viernes y eso hace que aspirar al podio sea a priori una misión muy difícil para el doble campeón del mundo.
