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Santiago: Martes 23 de diciembre del 2025 | Actualizado 23:36
SANTIAGO.- Tras el pitazo final del árbitro colombiano Óscar Ruiz, los festejos fueron con todo en el Estadio Nacional.
El 1-0 a Argentina se vivió con una ronda inédita de los jugadores al centro del campo, y con Marcelo Bielsa empuñando hacia el cielo, pero repitiendo el rito clásico: una ida rauda a camarines.
El serio DT llegó al camarín nacional y dejó las composturas atrás. Se paro a la entrada y comenzó a saludar a cada uno de los suyos. Berizzo, Morón primero, los jugadores después, recibieron el aplauso del jefe.
En la cancha los jugadores llamaron rápidamente a la mesura, mientras los trasandinos caminaban cabizbajos.
Aunque se dijo llegaría Diego Armando Maradona a apoyar a su escudra, ningún hincha simbólico llegó. Los medios argentinos no paraban de fustigar al mal primer tiempo de su equipo, mientras el líder de la delegación, Julio Grondona, trataba de olvidar el mal rato.
El presidente de la AFA y Vicepresidente de la FIFA era el primer representante del grupo, que descansó durante la tarde tomando mate y con una merienda a cuatro horas del partido.
Mientras, Mark González seguía en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile acompañado de su hermano Raúl. El delantero fue evaluado hasta minutos después del cierre del partido.
"Bielsa le ganó a Basile" y "Golpe chileno" titularon los medios argentinos, luego del triunfo chileno, tras largo largo tiempo.
Fue Argentina el primer rival de la "Roja" en mayo de 1910 y a ellos se les derrotó en el Estadio Nacional, con tres puntos importantes para avanzar hacia Sudáfrica 2010.
