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Los secretos de cómo Bielsa revolucionó la Selección Chilena

No tiene casa en el país y sólo sale de Pinto Durán a comprar en las ferias de Macul. Utiliza un software que simula su táctica, esa que incluye la convicción de que se le puede ganar a cualquiera.

16 de Octubre de 2008 | 15:12 | DPA
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La vida del técnico rosarino gira en torno al fútbol.

Juan Eduardo López, El Mercurio

SANTIAGO.- Marcelo Bielsa no tiene casa en Chile, tampoco una familia que lo acompañe en el día a día. Vive en unas piezas ubicadas al interior de Juan Pinto Durán, el centro de entrenamientos de la selección chilena de fútbol.


"El Loco" Bielsa hace girar casi toda su vida en torno a las canchas, videos y planificaciones que lo obsesionan. Estudia incluso los entrenamientos de sus pupilos, los que graba desde unas torres que mandó construir a su arribo al país.


Sólo algunas veces camina hasta las ferias libres que se instalan en las cercanías y compra verduras y frutas para combatir los kilos de más que lo persiguen desde su llegada a Chile, donde resiste los postres que le ofrecen y engordan en Pinto Durán.


En otras ocasiones, cruza la avenida Macul y habla con niños. Los más privilegiados reciben un autógrafo y una visita guiada por el lugar de concentración.


Pero pese a su ostracismo, que interrumpe a veces para visitar a su familia en su natal Rosario, Bielsa logró el cariño del hincha nacional, inhabituado a tener equipos ofensivos como los que él pregona.


Incluso la prensa, algo hostil tras las derrotas ante Paraguay y Brasil, comienza a quererlo, pese a su introversión mediática, resumida en un contrato que le garantiza que no debe conceder entrevistas individuales.


Se destaca de él que cuando asiste a los partidos del torneo local no mira las jugadas donde está la pelota, sino los movimientos sin balón de sus escogidos. O se habla ahora del uso de la tecnología, que se traduce en el empleo de un computador en los entrenamientos, que utiliza cada vez que interrumpe una jugada para mostrar sus errores a los seleccionados a través de un software que simula movimientos tácticos.


Tras la histórica victoria ante Argentina por 1-0 por las Clasificatorias, varios periodistas, camarógrafos y fotógrafos no escatimaron aplausos en la conferencia de prensa. Tampoco saludos y abrazos.


Incluso, un reportero veinteañero no contuvo la pasión, lo llamó "maestro", lo abrazó y le estrechó la mano. Bielsa le devolvió una de sus esquivas sonrisas.


Luego el muchacho prometió en su casa que no volvería a lavar su extremidad. Lleva un día cumpliendo. Pero Bielsa, conciente de que el fracaso está en cualquier esquina, en especial tras su magro pasado mundialista con Argentina, advirtió que en el fútbol "no es aconsejable proyectar", tras las cuentas alegres que generó la victoria sobre la albiceleste.


Por ello seguirá trabajando con sus dirigidos a los que tiene convencidos que pueden atacar de igual a igual a Brasil o Argentina.

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