Acosta busca explicaciones y no las encuentra.
El Mercurio
SANTIAGO.- Martes 3 de junio de 2008. 21:30 horas y Rubén Selman da el pitazo final en el estadio Sausalito de Viña del Mar. Fiesta en la Quinta Región; por cuarta vez Everton era campeón del fútbol chileno tras derrotar a Colo Colo 3-0.
Casi cuatro meses han pasado ya de aquella hazaña y las alegrías y caras felices son parte del pasado para el actual monarca del balompié nacional. La magra campaña en el Clausura tienen más que preocupados a dirigentes y cuerpo técnico de un equipo que debe prepararse para afrontar la próxima Copa Libertadores.
Los viñamarinos están a punto de quedar fuera de los playoffs del torneo. Están cuartos en el grupo dos con 22 puntos y aunque aún tienen opciones de clasificar dependen de los resultados de La Serena (24) y Católica (23) en las dos últimas fechas de la fase regular.
Esto tiene más que complicado al DT oro y cielo, Nelson Acosta, quien no encuentra la fórmula para salir de los malos resultados.
El adiestrador confiesa que ha intentado por todos los medios de solucionar el mal momento, pero nada les resulta.
"No sabemos qué es lo que pasa, los muchachos entrenan y trabajan bien, andan con buen ánimo y están ilusionados, pero llegan a la cancha y somos otro equipo; faltos de chispa, perdemos la pelota con facilidad, no convertimos y nos hacen goles tontos", reclama de entrada el nacionalizado chileno.
"Hemos tratado de solucionar esto de un montón de formas, cambiando formación, modificando la carga en los trabajos o apuntando a algunos aspectos físicos, pero no le encontramos vuelta", agrega.
Everton juega la próxima fecha ante Osorno como local y la última ante Antofagasta en la Segunda Región.