Salah está sufriendo dentro y fuera de la cancha.
Matías Espinosa, El Mercurio
SANTIAGO.- Luego del inapelable 3-0 que le propinó Cobreloa a la U, el sábado en Calama, el panorama para el cuadro azul no es el más auspicioso.
Los universitarios no sólo deberán revertir un marcador adverso ante un rival que viene en alza y mostrando un buen fútbol; sino que también el domingo tendrán en el Estadio Nacional (19:00 horas) una hinchada herida, que no perodona otro torneo sin levantar la copa.
Pero más allá del complejo escenario que hoy envuelve a la U, donde se habla de un camarín dañado y pugnas entre el técnico Arturo Salah y algunos jugadores, este martes en el Caracol Azul todo era tranquilidad y muy buen ánimo.
Aunque se esperaba una larga charla del estratega con sus dirigidos, eso no ocurrió. Salah sólo estuvo reunido por cinco minutos con el plantel y de inmediato inció la práctica matutina.
Los universitarios trabajaron fuertmente el finiquito con jugadas tácticas, a través de centros por las bandas. El DT quiere revertir la falta de gol que penó en Calama y para ello se centró en el bloque ofensivo.
Por el momento resulta difícil especular sobre una posible oncena titular para enfrentar a los loínos, pero por lo visto hoy martes en Ñuñoa, Salah mantendría el mismo esquema de ataque que utilizó en la Segunda Región, es decir, con Montillo, Pinto, Estéves y Salas.