LIMA.- El Presidente de Perú, Alan García, dijo hoy que no quiere que el fútbol de su país “quede aislado como un paria”, a una semana de que la FIFA decida si ratifica o levanta una sanción impuesta al país andino.
"No quiero que al fútbol peruano lo desafilien de la FIFA (...) permitir que el Perú sea apartado totalmente, eso no está bien”, señaló el mandatario en declaraciones difundidas por el portal de internet del diario limeño El Comercio.
El mandatario se refirió así, por primera vez, a la decisión tomada por la FIFA, el pasado 24 de noviembre, de suspender a la Federación Peruana de Fútbol (FPF) “de todo contacto deportivo internacional, tanto de sus clubes como de sus selecciones nacionales, árbitros y oficiales".
La rectora del balompié mundial decidirá el 19 o el 20 de diciembre, en Tokio, si ratifica o levanta la medida, que sancionó a la FPF debido a una controversia entre el presidente de la Federación Peruana, Manuel Burga, y el Gobierno del país andino, que no reconoce la legitimidad del dirigente.
"No quiero que el Perú se quede como un paria aislado. Puede quedarse como un paria porque juega mal al fútbol ahora y se desclasifica permanentemente, pero no perdamos la esperanza de que en cualquier campeonato sudamericano tengamos una participación mejor”, enfatizó el jefe de Estado.
García formuló las declaraciones dos días después de que el estatal Instituto Peruano del Deporte (IPD), dirigido por Arturo Woodman, y la FPF suscribieran un acuerdo conjunto para pedir a la FIFA que levante la suspensión, en lo que las partes consideraron como un paso para resolver el problema.
Al referirse a ese acuerdo, el Presidente García señaló que “acá no se trata de si ganó Burga o si ganó Woodman. Interesa que gane el Perú, y yo no quiero que al Perú lo desafilien” de la FIFA.
El Gobierno peruano no reconoce la legitimidad de Burga con el argumento de que el dirigente fue sancionado por cinco años en 2006 por no haber adecuado los estatutos de la FPF a la Ley nacional del Deporte.
A pesar de la sanción, Burga volvió a ser elegido en el cargo en octubre de 2007, lo que agravó el enfrentamiento con el IPD.
El rechazo del Gobierno peruano a Burga ha sido considerado por la FIFA como una intromisión política indebida en una de sus federaciones afiliadas.