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Arturo Vidal anotó en paso de Leverkusen a la final de Copa Alemania

El volante chileno marcó el segundo tanto de su equipo ante el Maguncia, equipo de la B germana.

21 de Abril de 2009 | 17:22 | DPA, El Mercurio Online
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El equipo de Vidal ganó finalmente por 4-1.

Reuters
SANTIAGO.- Arturo Vidal se vistió nuevamente de goleador en Bayer Leverkusen. El chileno marcó el segundo tanto en la goleada 4-1 de su equipo ante el Maguncia de la B alemana.

Con este resultado la escuadra roja jugará la final de la Copa Alemania.

El rival de Leverkusen en la final que se disputará el 30 de mayo en el estadio olímpico de Berlín se dilucidará mañana, en el clásico que jugarán Hamburgo y Werder Bremen.

Leverkusen necesitó del alargue, eso sí, para sacarse de encima a un rival que le ofreció mayor resistencia a la esperada. Fue un encuentro opaco, de mediocre nivel, que tuvo su cuota de emoción para los 40.000 espectadores en el estadio de Dsseldorf apenas en las postrimerías.

En el minuto 82, el brasileño Renato Augusto remató desde fuera del área y el portero Dino Wache apenas pudo manotear el balón, que quedó a merced del griego Angelos Charisteas para empujarlo de derecha al fondo de la red.

Todo parecía definido, sobre todo porque el Maguncia no había llegado al arco del Leverkusen ni una sola vez en todo el partido. Pero lo hizo cuando fue necesario.

Faltaban apenas 120 segundos para que sonara el silbato final, cuando Aristide Bancé, delantero originario de Burkina Faso, cabeceó el empate que sorprendió a todos. Significó el alargue porque la Copa Alemana se juega a eliminación directa en partido único.

Sin embargo, las ilusiones del Maguncia de lograr el milagro y alcanzar la final copera por primera vez en su historia iban a ser efímeras.

Ni bien empezó el tiempo de alargue, vino el gol de Vidal que iba a definir la semifinal. El volante chileno aprovechó otro remate que el portero Wache, de excelente actuación, no pudo neutralizar y definió de izquierda, a la carrera. El Maguncia acusó el golpe y ya no se iba a recuperar.

Al contrario, iba a sufrir dos estocadas finales. Primero el gol de Simon Rolfes, en el minuto 104, y finalmente el del checo Miroslav Kadlec, en el 117, de contragolpe.

A Leverkusen se le abrió de esta manera la posibilidad de volver a ganar la Copa, trofeo que alzó una sóla vez, en 1993.
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