La alegría de Fernández y el Villarreal le arruinó la tarde al Barcelona.
EFE
BARCELONA.- Un tanto de Joseba Llorente, en el minuto 92, frustró el título del Barcelona, que fue campeón hasta entonces y ahora sólo necesita un punto en tres partidos para levantar su decimonoveno título liguero, después del empate 3-3 conseguido hoy por el Villarreal en el Camp Nou.
El Barça y sus aficionados se veían celebrando el título, pero una expulsión del francés Eric Abidal (77'), que supuso un penal, permitió la reacción de los del chileno Manuel Pellegrini, quienes acortaron distancias con la pena máxima de Matías Fernández e igualaron el partido con un gran tanto de Llorente, que ya había marcado el primer tanto de su equipo.
Lo tenía todo preparado el equipo de Pep Guardiola. De hecho, cedió un empate, el tercero de la temporada en casa, porque el partido se enredó puntualmente después de que quedarse con un jugador menos, más que por el juego del Villarreal, que siempre fue de atrás y sólo sacó la cabeza a partir del 3-2.
Anunció Pep Guardiola que había llegado el momento de cerrar la liga, cuanto antes mejor y sus jugadores estuvieron a punto de conseguirlo. De hecho, el Barça se adelantó en el marcador con un tanto del marfileño Seydou Keita (12') y se rehizo tras el empate conseguido por Llorente en el 22.
En el momento en el que los azulgrana se pusieron por delante, por medio de un tanto del camerunés Samuel Eto'o, el Barça se sintió campeón y más aún cuando al borde del descanso del brasileño Dani Alves marcó el 3-1 después de un tiro libre.
Hasta entonces, el Barça fue el equipo dominador que ha lucido durante toda la temporada. Salió decidido a levantar el título en el Camp Nou, algo que no ocurría desde la temporada 1997-98, y no tuvo ni una duda. Keita, en la tercera ocasión de los azulgrana, decidió después de un remate que dio en el argentino Gonzalo Rodríguez (12').
Iluminados por Andrés Iniesta, que recibió repetidas ovaciones durante toda la tarde, los azulgrana jugaron a lo que saben: al toque, al desmarque, desde la presión.
Sin embargo, el Villarreal, que hoy jugó con vocación ofensiva, equilibró el partido después de una combinación entre el argentino Ariel Ibagaza y el italiano Giuseppe Rossi, que remató desde muy cerca Llorente (1-1, 22').
Incluso los castellonenses pudieron ponerse por delante, aunque el remate cercano de Rossi fue despejado por Víctor Valdés, en una gran intervención (27').
A partir de entonces, el Barça jugó como le gusta. En un rápido tiro libre, el balón llegó sobre Iniesta, quien regaló el tanto a Samuel Eto'o, su vigésimo octavo gol en la liga.
Cuando antes del descanso Dani Alves, en un lanzamiento de falta, batió a Diego López, el Barça y sus seguidores se sintieron campeones, cuando aún faltaban 45 minutos.
Con excepción de los minutos finales, el segundo tiempo fue una fiesta barcelonista. Banderas al viento y gritos de euforia. Xavi Hernández marcó el cuarto, pero fue anulado por un fuera de juego inexistente de Keita (50').
Eto'o, el máximo goleador de la liga y con la "Bota de oro" entre ceja y ceja, es el que más lo intentó. Pareció que el equipo ya buscaba galardones individuales, principalmente el del camerunés, un jugador fundamental, una vez prácticamente asegurado el de guardameta menos goleado de Víctor Valdés.
El gol de Matías Fernández, después de transformar un penal en el minuto 78, le dio toda la emoción a los minutos finales, en una jugada que supuso la expulsión de Abidal. Presionó el Villarreal en busca del empate y la tuvo en una jugada enredada, después de una falta lanzada por el turco Nihat Kahveci.
Jugando con diez, el Barça sufrió por el empuje del rival y se quedó helado cuando Llorente controló un balón a la espalda de su defensa y puso el balón en la cruceta en el minuto 92, un tanto que aplaza el alirón de los de Guardiola, que sólo necesitan un punto más para levantar su decimonoveno título liguero.
