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Santiago: Jueves 25 de diciembre del 2025 | Actualizado 22:00
SANTIAGO.- Las excentricidades del técnico argentino Marcelo Bielsa traspasaron hoy el mundo del fútbol e irrumpieron en la política chilena, tal como lo atestigua el hecho de que unos 1.300 fanáticos iniciaran una campaña en Internet para convertirlo en presidente de Chile.
"Que no te metan goles, vota Bielsa", rezan los carteles digitales en www.charlatecnica.cl y la red social www.facebook.com, algunos de los sitios donde es promovida la iniciativa.
Los seguidores del argentino, un ídolo sin reparos en el medio futbolístico en Chile, crearon también el Partido Revolución Bielsista, el PRB.
"Hay que extrapolar lo que Bielsa ha hecho con la selección a nuestra vida. Es revolucionar Chile como 'el Loco' revolucionó nuestro fútbol", alegan los miembros del colectivo en Facebook.
La iniciativa, sin embargo, no tiene ninguna opción legal, pese a que este año son los comicios presidenciales en Chile y que ningún candidato logra consenso, al menos en primera vuelta.
Pero los miembros de Revolución Bielsista no decaen en su entusiasmo, pese a que sólo un chileno puede asumir el mando del país, según la ley.
"Hay que amar lo que se hace. Si no nos gusta, hacer algo por cambiarlo", arengan en Internet. E insisten en que ser bielsistas es "trabajar con esfuerzo para cumplir objetivos; es no transar los principios y valores por un fracaso, pero ser lo suficientemente humildes para asumir errores".
Bielsa logró respeto desde su llegada a Chile al convertir la selección nacional de fútbol en una de las mejores de Sudamérica, teniéndola al borde de la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010.
Pese a los éxitos, el técnico vive en Chile como un asceta en unas piezas en el centro de entrenamiento de la "Roja", en medio de un barrio de clase media y baja, ubicado al sureste de Santiago.
Pero quizás "el Loco" Bielsa no sepa de esto, pues casi toda su vida gira en torno a las canchas, videos y planificaciones que lo obsesionan, ajeno a postulaciones políticas.
Obsesivo, estudia libros sobre la historia de Chile, devora estadísticas sobre la situación social del país, comenta la evolución del coeficiente intelectual poblacional y olvida de paso cobrar su sueldo de 1,5 millón de dólares durante todo un año.
Pero en Chile no importan las excentricidades del entrenador: la selección está segunda en las eliminatorias, gana por primera vez en la historia a Argentina, obtiene puntos inéditos ante Uruguay en Montevideo y se apresta a dar una sorpresa ante Brasil.
Suficiente para una candidatura, un monumento o una calle para el rosarino que dejó la alcurnia de su familia y su éxodo deportivo para renacer en un país quizás más cercano a su personalidad, según describió su hermano y ex canciller argentino Rafael Bielsa.
